La parodia se impone a las protestas en un lluvioso baile de máscaras

Dragones chinos, ‘pin ups’ e incluso tarjetas opacas animan
el desfile de carnaval de Interpeñas bajo un continua llovizna.

Los vecinos de Parque Goya protagonizaron una comparsa con ritmos orientales y llevaron al centro de Zaragoza dos dragones danzarines
La parodia se impone a las protestas en un lluvioso baile de máscaras
Guillermo Mestre

Quizá no fuera el sambódromo de Río, pero la zaragozana plaza de San Francisco tampoco tenía ayer mucho que envidiar al escenario carioca. A eso de las cinco de la tarde, comenzaron a concentrarse mosqueteros, gondoleros, guerreros medievales y cuellilargas avestruces, que se descubrieron como uno de los disfraces más conseguidos de este año. Al son de ‘clásicos carnavaleros’ de Coyote Dax o King África, unos y otros fueron tomando posiciones momentos antes del inicio del desfile de las peñas. También, fiel a su cita, comenzó a caer algo de lluvia en la plaza, lo que obligó a resguardarse en sus pórticos a aprendices de ‘Braveheart’ y a la mismísma gallina Caponata. No obstante, el ‘chirimiri’ no amenzó en ningún momento –ni hizo cancelar como sucedió el año pasado– el desfile de comparsas. El Rey de Gallos, que lidera las huestas de los juerguistas, invocó a "los dioses de la lujuria, la gula y el placer", y dio el pistoletazo de salida a la fiesta, si bien los vaqueros a esa temprana hora ya habían cambiado sus armas de fuego por vasos de espiritosos litros. El público agradeció que las protestas contra la gestión municipal se limitaran a la lectura del pregón y a la pancarta que encabezaba la marcha, y que el protagonismo del desfile lo adquirieran, en consecuencia, confetis, maquillajes y pelucas.


Una batucada de la peña BO2 abría la ‘manifestación carnavalera’, en la que los primeros en desfilar fueron personajes animados de los años 80. Pasaron por Fernando el Católico todo ‘Barrio Sésamo’, Pipi Calzaslargas, David ‘el gnomo’ y, también, unos ‘Teletubbies’ cuyos trajes de rizo –maldición– quedaban calados por la ligera llovizna. Les seguían de cerca los personajes de ‘Alicia en el país de las maravillas’, en versión de la peña La Fogata, algunas de cuyas setas alucinógenas también se confundían con paraguas.


Los integrantes de La Pasarela lucieron unos divertidos disfraces de Play Mobil, aunque fue justo su movilidad lo que se puso en entredicho porque por más que intentaban bailar y moverse esas articulaciones de muñequitos no acababan de responder. Harina de otro costal fueron los Goyescos con su comparsa china, que llenó Gran Vía de kimonos y palillos, animados también con dos dragones danzarines (al ritmo de ‘Gangnam Style’) como los que se usan para celebrar el año nuevo en el lejano oriente.


La sorna de la actualidad política estuvo presente en el desfile y unos de los que más sonrisas arrancaron fueron los miembros de la peña Los Topos, que sacaron a pasear lo que ellos llaman ‘Tarjetas franciscanas o Pacas’. Eran negras, muy negras, dispensadas por ‘Caja Mandril’ y con billetones de 500 euros cayéndoseles de entre las costuras.


También acompañados de carcajadas desfilaron los emoticonos de Whatsapp, de los que la peña El Tonel no se dejó ni uno: caritas sonrientes, manos aplaudidoras e, incluso, la mierdita con ojos y boca. Bailaban los simbolillos, además, con la banda sonora de la versión de Jarcha que ha popularizado ‘Oregón Televisión’, es decir, la canción ‘Sin Whatsapp, no sé estar sin Whatsapp’, que coreó buena parte del público apostado en Gran Vía e Independencia.


En ambas vías, por cierto, hubo que interrumpir el servicio de tranvía dada la gran cantidad de gente que acudió a ver la ‘marcha carnavalera’ en la que tomaron partido hasta 25 camiones. El desvío de 17 líneas de autobús sí estaba previsto, pero hasta poco antes del inicio de la cabalgata no se decidió cortar el tranvía.Elsa Frozen por doquier

Entre los espectadores había también numerosos chavales disfrazados que, aún pasando algo de frío, contaban las horas hasta la fiesta infantil que se celebrará esta mañana en la plaza del Pilar. Por el anticipo visto ayer, entre la gente menuda triunfa este año mucha princesa Elsa Frozen y las renacidas (un misterio propio de ‘Cocoon’) tortugas ninja. También nutrida es la prole de Trancas y Barrancas, que gusta tanto a los pequeños como a los adultos, pues ayer los peñistas del Bullizio huyeron de insecticidas ataviados como iban en sus trajes de hormigas, algunas con chubasquero. Algunas de las comparsas fueron muy combativas en la defensa de los intereses de Aragón –véase la versión local de ‘Braveheart’– e incluso el propio Rey de Gallos aludió al "despropósito del Reino Catalano-aragonés", si bien reconoció que "no sabéis las ganas que tengo de que llegue la playa a Fraga".


Y sin dejar las aguas turbias y revueltas, de piratas, como dicen los andaluces, hubo ‘un jartᒠen distintos pases de la cabalgata. La peña Vaquillera desfiló a buen ritmo con unos cuantos ‘gondoleros del Ebro’, mientras que sus compañeros de Los Marinos se disfrazaron de ‘piratones’.


Para poder llevar a cabo el desfile este año –en una edición marcada por su divorcio municipal– las peñas decidieron renunciar a los premios en metálico del concurso de disfraces, lo que –acaso– pudo pesar en el hecho de que las comparsas y sus coreografías fueron menos ambiciosas que en ediciones anteriores. Algún disfraz parecía reutilizado de Halloween –oiga, que amortizarlos está muy bien– y otros se quedaron escasos de tela para una tarde-noche que fue refrescando. Que se lo digan si no a la colorida comparsa llegada de Barranquilla, Colombia, que todos los años desfila invitada por Interpeñas y que luce enormes mochilas de plumas y –en un guiño a San Valentín– corazones en el pecho. Poco a poco los camiones transmutados en carrozas fueron avanzando por Independencia hasta llegar a la plaza de España, donde los peñistas comenzaron a dispersarse para continuar con la fiesta en sus respectivas sedes.