Siete médicos aragoneses fueron agredidos el año pasado, la mayoría en centros de salud

La cifra, con no ser alarmante, es la más elevada de los últimos cinco años, algo que preocupa al Colegio de Médicos de Zaragoza.

Durante el pasado año un total de siete facultativos aragoneses presentaron denuncia ante el Colegio de Médicos por agresiones sufridas en sus puestos de trabajo, en su mayoría en consultas de Atención Primaria. De ellas, cinco llegaron a los tribunales. Este número de ataques es el más alto de los registrados en los últimos cinco años en la Comunidad, algo que inquieta al órgano colegial ya que considera que esta cifra, "con no ser alarmante", es preocupante porque creen que es "la punta del iceberg", según explicó ayer Concepción Ferrer, presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza.


Estos datos fueron hechos públicos en un informe más amplio difundido por el Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC). En él se recoge que durante el pasado año se registraron un total de 344 casos de violencia contra médicos en toda España, un número que eleva la cifra global a 2.058 desde 2010.


Por lo que respecta a Aragón, Ferrer explicó que aunque no es una cifra de agresiones alta (en comparación con otras comunidades) no puede quitársele importancia, ya que son conscientes de que solo se denuncian los ataques más graves o los que atentan contra la integridad física. Según los datos del informe, la ratio que dio la Comunidad el año pasado fue de 0,86 agresiones por mil colegiados, un dato muy alejado del que arrojó Ceuta y Melilla (6,64), Extremadura (5,17) o Andalucía (2,49).


En cuanto a las circunstancias en que se produjeron estos actos violentos llama la atención que la mayor parte de ellos (tanto los registrados en Aragón como en el resto de España) se produjeron en consultas de centros de salud y que los motivos por los que se dieron fueran, en su mayoría, por discrepancias de diversa índole: con la atención médica recibida, porque el facultativo no recetó el medicamento propuesto por el paciente, porque el médico emitió informes no acordes con las exigencias o expectativas del enfermo y por diferencias con la baja por incapacidad laboral, entre otros.

Sentencias no disuasorias

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Ferrer lamentó también que las denuncias que llegan a los tribunales sean, en su mayoría calificadas como faltas, en vez de delitos, algo que, en su opinión, no ayuda a evitar estos actos violentos contra los sanitarios. En el caso de Aragón, de las cinco denuncias que llegaron el año pasado a los juzgados se ha dictado ya una sentencia que, pese a ser favorable al facultativo, fija una pena de multa de 210 euros y alejamiento durante dos meses. "Estas resoluciones –opina la presidenta del Colegio de Médicos de Zaragoza– no son disuasorias. Mientras las agresiones se consideren solo faltas no se evitarán".

El Observatorio Nacional de Agresiones de la Organización Médica Colegial (OMC) se puso en marcha hace cinco años para denunciar las situaciones de violencia vividas por facultativos.