La Liga  cobra vida

El Barça acaba con el maleficio del Nuevo San Mamés al golear al Athletic y se coloca a solo un punto del Real Madrid.

Messi es aupado tras marcar el primer gol por Xavi
La Liga  cobra vida
Ander Gillenea/ AFP

La Liga se aprieta. ¿Quién se lo iba a decir al Barça cuando hace cinco semanas cayó con estrépito en Anoeta y dio señales muy negativas de debilidad? Pero la Liga está loca, la vida futbolística da muchas vueltas, la crisis viaja en el puente aéreo y ahora los blaugranas están de dulce. El Madrid pinchó en el Calderón y en esta ocasión el Barça no desaprovechó la oportunidad para ponerse a un punto de los blancos. Los líderes sienten ya el aliento culé en el cogote, después de una goleada muy convincente de los azulgrana en Bilbao, un escenario donde no habían ganado en los tres últimos años. Aunque bien es cierto que San Mamés ya no intimida como antaño y que el Athletic es una sombra del equipo que el año pasado se clasificó para la Champions.


Messi sentó cátedra en el coliseo vizcaíno. No solo hizo el primer tanto, sino que dio todo un repertorio de pases y asistencias, desde todos los lados y posiciones. El Athletic salió bravo, valiente, tirando la presión muy arriba, para tratar de asfixiar la salida de balón azulgrana. Durante el cuarto de hora inicial, el Barça se dedicó a aguantar el chaparrón, se puso el mono de trabajo y capeó el temporal, apoyado en un acertado Claudio Bravo, muy concentrado ante el juego aéreo local. El cuadro bilbaíno imponía la intensidad, pero un libre directo, botado por Messi en el 14 determinó el rumbo del partido. La pelota tocó la barrera, a Iraizoz no se le vio todo lo ágil que exigía la jugada y casi en la primera incursión al ataque, el Barça se ponía por delante.


El gol hizo daño al conjunto vasco, que como le viene pasando este año, si encaja pronto se diluye como un azucarillo y se desmorona, porque abre sus líneas y se rompe en dos. Por el contrario, el tanto dio alas a los hombres de Luis Enrique, que se sienten más cómodos con espacios y saliendo a la contra. Con el resultado a favor, los blaugranas disfrutaron sus mejores minutos. Con solo dos cambios respecto al once ideal (Mathieu y Xavi, en lugar de Mascherano e Iniesta), los de Luis Enrique, con espacios, se volcaron de inmediato a resolver el partido. Sobre el minuto 25, Messi y Neymar lanzaron una contra perfecta, que culminó el charrúa. El partido estaba trepidante, de ida y vuelta: primero Xavi y luego Aduriz pudieron cambiar el resultado, aunque los primeros 45 minutos acabaron con 0-2.


Tras la reanudación, los bilbaínos echaron el resto intentando meterse en el partido. El cuadro vasco es generoso en la presión y, a su manera, se siente quien se siente en el banquillo, crea peligro, como lo ha hecho siempre: a balón parado, por las bandas, presionando, apretando y colgando balones a Aduriz. Lo llevan haciendo desde hace cien años y les ha dado buenos réditos. El gol de Mikel Rico, en el 59, recogiendo un rechace de Bravo a disparo del ariete donostiarra, revolucionó más si cabe el partido. El Athletic se lanzó a tumba abierta, pero eso ante el Barça del tridente es una temeridad.


Con los leones debocados, casi a la jugada siguiente, Messi, con la ayuda de De Marcos, puso las cosas en su sitio. El equipo blaugrana había sido mucho mejor y, en cuanto vio peligrar el resultado, lo demostró. Poco después, Neymar devolvió la tranquilidad a la parroquia culé y aunque Aduriz recortó distancias, Pedro puso la puntilla. Fue tras una obra de arte de Messi, el mejor de los 22. El estado de forma del argentino es una de las grandes noticias para al barcelonismo. No solo está afortunado de cara a gol, sino que se hincha a dar asistencias increíbles y corre campo como en sus mejores tiempos. Con Messi de dulce, el Barça, ahora sí, es candidato al título de Liga, cuando no hace mucho parecía que dimitía del campeonato, inmerso en guerras internas y problemas extradeportivos.