Cencerros para ahuyentar a los osos

La estación de Cerler estrena una pista para los más pequeños que ha bautizado con el nombre del Bosque Encantado, un recorrido entre pinos para hablar de animales de la montaña y también de buenas prácticas.

Acurrucado en alguna caverna, el oso continúa con el largo sueño del invierno. Pero no hay que confiarse demasiado y si uno se aventura a deslizarse con sus esquís por el Bosque Encantado es mejor hacer sonar los cencerros que cuelgan de los árboles. Su sonido, dicen algunos, ahuyentará a la fiera.

La aventura se vive entre los pinos negros de la estación de Cerler. Allí, el complejo invernal ha creado el Bosque Encantado, una nueva pista para que los más pequeños disfruten de un paseo entre la salvaje naturaleza ribagorzana y aprendan las buenas prácticas de esquí. Se trata de un recorrido de color verde (es el más fácil) de 400 metros y en el que solo es necesario saber hacer la cuña para poder adentrarse. La facilidad de la ruta invita a que todos puedan deslizarse con sus esquís por ella, esquivando pinos, disfrutando del paisaje y aprendiendo mucho.

El director de márquetin de la estación, Jaime Río, explica que se trata de un recorrido de obstáculos con las curvas peraltadas y en el que se invita a los pequeños a tocar los cencerros que cuelgan de los árboles para asustar a los osos. En el Bosque Encantado hay otros muchos animales como corzos, búhos, zorros o ardillas, incluso árboles vivientes, que con sus ojazos abiertos no pierden detalle de quien se adentra en él. Todos ellos están dibujados en las colchonetas de seguridad que cubren algunos de los pinos del recorrido.


Además, es una pista educativa. "El desayuno es muy importante. Así tendrás fuerza para esquiar todo el día", dice una de las placas colocadas en uno de los árboles del recorrido. En otra, recomiendan esperar a los amigos en un sitio seguro, donde el resto de esquiadores puedan verlos. Y es que, asegura Río, se trata de una herramienta didáctica porque en el circuito hay consejos de buenos hábitos en el esquí. Ponerse crema y llevar casco son otras de las recomendaciones que pueden leerse en los carteles de esta nueva pista que el complejo ha puesto en marcha de la mano de DKV seguros.

Un gran atractivo para los niños

La ruta lleva solo unos días abierta y ya se ha convertido en la sensación para los esquiadores más pequeños. "Son consejos que se dan de forma divertida", recalca Río, que asegura que está pensada sobre todo para que los niños la recorran con las escuelas. Esta semana, escolares del valle ya han disfrutado de ella y les ha encantado. Y es que, asegura Río, los pequeños querían bajar por este desvío una y otra vez. El recorrido está en la zona de cota 2.000, paralelo a la pista Fontanal y ya aparece en los mapas de la estación.


La idea surgió, comenta el director comercial, de ese afán por convertirse en una estación para un público familiar. Precisamente las dos novedades de este año están dedicadas a los más pequeños. Por un lado, explica Río, el Bosque Encantado, y por el otro, el jardín de nieve que se ha abierto en la cota 1.500, a pie de pistas y que era algo muy demandado.


No son las únicas iniciativas que tienen para conquistar a los reyes de la casa, el skity área, una zona tematizada en la zona de debutantes, es otra de ellas. Además también poseen una pista en la que los niños bajan y se mide la velocidad a la que descienden cuando se deslizan sobre las tablas. "La singularidad del bosque de pino negro nos hizo pensar en este recorrido, queríamos algo que tuviera que ver con el entorno".