Una victoria necesaria

No está permitido volver a tropezar. El CAI Zaragoza se mide hoy (12.15, ATV) al Iberostar Tenerife para sumar algo más que un triunfo en la clasificación. Se quiere conseguir una victoria que espante de un manotazo los fantasmas de la desconfianza, asentada desde hace tres partidos en el juego del equipo. La máxima expresión de este hecho tuvo lugar el miércoles en Eurocup, con la derrota ante el Krasny Oktyabr, que ha dejado muy tocadas las opciones de acceder a la siguiente fase de la competición continental. En Badalona, en el último antecedente liguero, el peor Juventut hizo sucumbir a un CAI al que le faltó fe en la victoria.

Por esta dinámica se presume fundamental vencer y convencer ante el Iberostar Tenerife, a priori un rival asequible. Y más en el Príncipe Felipe, algo molesto el pasado miércoles por la derrota de su equipo. Se escucharon pitos y gritos de queja, quizás como manifestaciones de impotencia al ver que la aventura europea pende de un hilo. Joaquín Ruiz Lorente, por su parte, respeta pero difiere de esos silbidos y saca pecho por el equipo. "Si alguien nos dice a principio de temporada lo que tenemos a estas alturas, lo hubiéramos firmado todos", decía en la rueda de prensa previa al choque de hoy. A decir verdad, el CAI ha conseguido todos los objetivos hasta la fecha. Por eso el bajón anímico en este mismo punto de la temporada, con la Copa a la vuelta de la esquina y con la Eurocup en juego, asusta.

Tras jugar contra el Iberostar –histórico CB Canarias– el CAI se verá las caras con tres equipos de la zona media y baja de la tabla. El calendario de la Liga Endesa ofrece un respiro, una circunstancia que hay que aprovechar para fortalecer la jerarquía en la tabla de la competición doméstica.

El conjunto de Alejandro Martínez llega en una racha contrapuesta. Ha ganado dos partidos consecutivos en la Liga Endesa por primera vez en la temporada –contra el Baloncesto Sevilla y UCAM Murcia– y navega por la zona tranquila con ocho victorias. Los tinerfeños cuentan con un bloque consolidado, muy compenetrado, que mantiene a siete de los jugadores que figuraban en la plantilla del primer año tras el ascenso, hace dos campañas.

En aquella temporada 2012/13 no estaba el actual baluarte del equipo: Luke Sikma, el activo más importante de los aurinegros. Con una media de 12,3 puntos y 6,6 rebotes por partido, el ala-pívot es el segundo jugador más valorado de la competición, por detrás de Andy Panko (Montakit Fuenlabrada). Sikma formaba un dúo demoledor a principio de esta campaña con el montenegrino Blagota Sekulic. El pívot fue el jugador más destacado en la primera vuelta del pasado año, antes de emprender una efímera aventura en el Fenerbahçe turco. Tras regresar a la isla este verano, como el hijo pródigo, el balcánico solo se ha acercado a su mejor nivel en los cuatro primeros partidos de esta temporada. En las últimas citas vive en la irregularidad, sin peso en el equipo, sin rastro de su talante anotador e intimidador. Su historial invita, no obstante, a que Joaquín Ruiz lo siga muy de cerca en el partido de hoy. Otros de los nombres propios del Iberostar son Richotti –un explosivo escolta en cuerpo de base–, Saúl Blanco, y los excaístas Rodrigo San Miguel y Ricardo Úriz.

Alejandro Martínez tiene a su disposición a todo el equipo, al igual que Joaquín Ruiz. Marcus Landry generó dudas esta semana por un pinchazo, aunque se espera que juegue con normalidad.