El primer caso de sarampión en Aragón desde 2013 reaviva el debate sobre los 'antivacunas'

Un brote en Occidente de esta enfermedad, que puede ser mortal, vuelve a poner el foco en quienes no inmunizan a sus hijos

La DGA acaba de reforzar el calendario vacunal incluyendo la del neumococo. El 98% de los niños aragoneses están protegidos

 El escritor Roald Dahl perdió una hija en 1962. La niña tenía entonces siete años, y había cogido el sarampión. Dahl, intentando concienciar a otros padres de la necesidad de las vacunas, escribió esto: "Una mañana, cuando ya estaba en el camino de la recuperación, yo estaba sentado en su cama enseñándole cómo crear animalitos a partir de tubos de colores, y cuando le tocó a ella hacer uno me di cuenta de que sus dedos y su mente no trabajaban a la vez y no podía hacer nada. ‘¿Te encuentras bien?’, le pregunté. ‘Tengo sueño’, dijo. En una hora estaba inconsciente. En 12 horas estaba muerta".


Su hija falleció por encefalitis, una de las graves secuelas de esta enfermedad. Ahora, cuando acaba de desatarse un nuevo brote de sarampión en Estados Unidos y Europa, los expertos alertan contra la posible puerta de entrada del virus, que parecía erradicado: los padres ‘antivacunas’.


En Aragón, acaba de notificarse un caso, el primero en 17 meses. Salud Pública ha extremado la vigilancia, aunque llama a la calma. Se trata de un joven que llegó en las vacaciones de Navidad desde Andalucía, y que contrajo allí la enfermedad. Enseguida se procedió a vacunar a todo el entorno y el tiempo que ha pasado parece suficiente como para descartar más contagios. No obstante, esto muestra que la enfermedad está circulando, y a pocos kilómetros de Aragón. En la comunidad, la enfermedad se encuentra erradicada desde el año 2000. En 2011, se registró un brote con 20 casos y, en 2013, fueron cuatro.

El porcentaje de seguridad


Los pediatras reconocen que, en la comunidad, los grupos de padres ‘antivacunas’ aún no han cuajado. Hay casos aislados, pero aún no son preocupantes (se considera que esto sucede cuando más de un 5% de los niños no reciben el pinchazo). Y la presidenta de la Asociación de Pediatras de Aragón, Teresa Cenarro, explica por qué: "Existe lo que se llama inmunidad de grupo que significa que, si hay mucha población vacunada (un mínimo de un 95%), esta protege a los no vacunados", detalla. "Cuando esto no es así, los gérmenes circulan y puede haber de nuevo contagios , como ocurrió en Granada con la epidemia de 2010", recuerda. En ese momento, un juez tuvo que ordenar vacunaciones forzosas.


Los últimos datos del Ministerio de Sanidad, revelan que Aragón puede respirar tranquila. En el último año cerrado (2013), el 97,9% de los bebés nacidos de entre 0 y 1 años (11.599 neonatos); recibieron las vacunas de la polio; la difteria, el tétanos, la tos ferina y, también, la meningitis C. Aún mayor resultó el de los receptores de la que lucha contra la hepatitis B (se pone en el hospital, en las primeras 12 horas de vida), cuya cobertura fue del 99,3%.


En el caso de la del sarampión, la rubeola y la parotiditis (paperas), el 98% de niños han recibido la primera dosis, y el porcentaje desciende algo con la segunda (93,6%). La que menos adeptos tiene es la del virus del papiloma humano, destinada exclusivamente a chicas adolescentes. De las 5.413 posibles receptoras, los padres dieron el visto bueno a 4.832 (el 89,3%). Y esto también está influido por el intenso debate sobre sus posibles efectos adversos.

"Hay que vacunar"


José Manuel López Tricas, especialista en Farmacia Hospitalaria y experto en vacunas, reconoce que hay una campaña antivacunación que ha cogido cierto auge. "Las vacunas no son obligatorias, aunque muchos colegios piden que los niños las tengan puestas. Pero son fundamentales y un logro de la Medicina", recalca. De hecho, es vox populi que no son el producto favorito de las farmacéuticas: con un solo pinchazo, se acabaron un montón de problemas que tratar.


Teresa Cenarro, además, recuerda que esta semana ha muerto un niño por sarampión en Alemania, una pérdida evitable. "No hay razones para no vacunar. La cantidad de personas de 50 años que tienen cojera por polio, o que se quedaron sordas por el sarampión no es bajo, pero nos olvidamos porque ahora todo esto está erradicado", añade.


La lucha de los profesionales de la salud por lograr que nuevas vacunas se sigan incluyendo ha ganado una batalla hace unos días, cuando la DGA ha anunciado que por fin incluirá, en 2015, la del neumococo. Comenzará a ponerla en agosto, pero se completarán las dosis pendientes (hay tres en total) de los nacidos desde enero.


Los pediatras están satisfechos, pero también piensan que se llega tarde. "Otras comunidades la ponen desde marzo, y eso nos hubiera gustado que ocurriera aquí", aclara Cenarro. A pesar de todo, no quitan importancia a una inclusión que hará un poco más universal la sanidad en Aragón (cada familia pagaba hasta ahora 305€ para vacunar a sus hijos).