Tres personas heridas en sendas avalanchas de nieve en diferentes puntos del Pirineo

Un alud alcanzó a una montañera en Benasque y otro, a una mujer en Ansó. Un esquiador de travesía fue sepultado cerca de Formigal y fue socorrido por písters de la estación.

Los guardias portan el trineo con la mujer alcanzada por un alud en los tubos de  Paderna, en Benasque.
Tres personas heridas en sendas avalanchas de nieve en diferentes puntos del Pirineo
Guardia Civil

Tres personas resultaron heridas de diversa consideración en tres avalanchas de nieve que, en menos de dos horas, se registraron en diferentes puntos del Pirineo: Ansó, Benasque y Formigal. Una de las víctimas fue evacuada al hospital San Jorge de Huesca, mientras que la otra fue atendida en el centro de salud de Castejón de Sos. En el tercer alud, el montañero que fue sepultado en una zona fuera de pistas, presentaba contusiones e hipotermia. El riesgo de que se produjeran estos fenómenos ayer en el Pirineo era notable (nivel 3 en una de 5 puntos).


El primer alud sorprendió a una pareja a las 13.05 cuando ascendía al pico Acherito, al parecer, con raquetas. Según fuentes de la Guardia Civil, la avalancha de nieve les alcanzó entre el refugio de Linza y el pico Petraficha, hiriendo a una las personas, una mujer de 43 años y vecina de Huarte (Navarra), que no podía moverse.


Los agentes del grupo de rescate de la Guardia Civil de Jaca, alertados de lo sucedido, intentaron llegar hasta el lugar con el helicóptero, pero el fuerte viento impedía sobrevolar al aparato la zona. Desde el refugio de Linza (Ansó) y con un máquina pisapistas de la estación de fondo consiguieron llegar al lugar. La mujer, al parecer, presentaba una fractura abierta en la pierna, rotura del brazo, policontusiones y fractura del tabique nasal. Fue inmovilizada en una camilla de las pistas de fondo, que bajaron a hombros los guardias hasta el refugio. Una vez allí, el helicóptero la evacuó al hospital San Jorge.


Tan solo 25 minutos más tarde, otra avalancha de nieve asustaba a un grupo de 18 montañeros, al parecer, todos ellos integrantes del Club Pirineos de Zaragoza. El desprendimiento de nieve, en la zona de los dos tubos de Paderna (Benasque), no sepultó a nadie, pero cubrió parcialmente a dos personas. Aunque se trataba de un alud de pequeñas dimensiones, una de ellas tuvo la mala suerte de que la fuerza con la que cayó la colada le giró los esquís, produciéndole una lesión en la pierna, al parecer, una fisura de la tibia izquierda. Al parecer, el grupo portaba palas y todo lo necesario para el rescate en aludes.


La atendieron suss compañeros


Fuentes del Instituto Armado explicaron que hasta la zona se desplazaron cuatro efectivos de los Grupos de Rescate e Intervención de Benasque. Cuando llegaron los agentes encontraron a la víctima, una mujer de 36 años y nacida en Italia, aunque vecina de Zaragoza, con dos acompañantes que le habían vendado la pierna y abrigado. Los guardias la inmovilizaron con una férula y la introdujeron en una camilla trineo para evacuarla a pie. Asimismo, explicó la Guardia Civil, tuvieron que asegurarla con cuerdas porque el terreno era muy inclinado y había mucha nieve acumulada.


Tardaron cerca de cuatro horas desde la entrada del aviso en llegar al inicio de las pistas de esquí nórdico, donde una de las máquinas de la estación de Los Llanos del Hospital de Benasque los llevó hasta el parquin. Un ambulancia recogió a la herida que fue trasladada hasta el centro de salud de Castejón de Sos.


El tercer alud se registró cerca de la estación de Formigal, en una zona fuera de pistas denominada la Tosquera, en la cara sur del Pico Tres Hombres, según informó la Guardia Civil. Fue el servicio del 112 el que recibió la alerta sobre las 14.30. De inmediato se avisó a tanto a los equipos de rescate de la Benemérita como a la estación cuyos empleados, por su cercanía, podrían llegar antes hasta el lugar de los hechos.


Desde Aramón, grupo al que pertenece la estación, relataron que los esquiadores de travesía cortaron una placa de viento quedando uno de ellos, J. G. P., atrapado bajo la nieve. Los cuatros písters con ayuda de los dos compañeros consiguieron sacar ileso a este montañero, vecino de Zaragoza. En un moto de nieve fue evacuado hasta la clínica de la estación de esquí y, de ahí, por sus propios medios, los jóvenes decidieron acudir al centro de salud más cercano para que el médico observara la abrasión en la cara, el dolor de costado y la posible hipotermia que presentaba.


Cuando la Guardia Civil de Panticosa llegó, el joven ya había sido evacuado pero aún así, accedió a la zona con un perro especializado en búsqueda de personas bajo la nieve para revisar toda la ladera.