La Almunia retira unas 2.800 palomas en apenas seis meses

La campaña de control de la población de estas aves se puso en marcha en julio para luchar contra la suciedad y los daños que generan en edificios del casco.

El concejal José Luis García observa una de las jaulas instaladas en la azotea del Ayuntamiento
La Almunia retira unas 2.800 palomas en apenas seis meses
Macipe

Desde el pasado julio y hasta ahora se han capturado en La Almunia de doña Godina más de 2.800 palomas. El Ayuntamiento puso en marcha una campaña de control de la población de estas aves para acabar con los problemas de suciedad y los daños que la acumulación de sus excrementos provocaba en edificios públicos y privados.


La pasada primavera se adjudicó un contrato por un año de duración y un importe de 10.000 euros a la firma Hamelin Bioseguridad. La solución propuesta consistía en la colocación de jaulas para atrapar las palomas, que según el concejal de Urbanismo, José Luis García, habían llegado a constituir "una plaga".


En los tejados y azoteas de inmuebles del casco antiguo, donde se concentran y crían, se instalaron doce jaulas que todas las semanas, los lunes y los jueves, revisa y vacía un operario de la empresa. "El sistema nos está dando buenos resultados y a fecha de hoy ya se han realizado 2.800 capturas", señala el edil. Cada día de recogida se retiran de La Almunia más de cincuenta ejemplares que se entregan con el fin de que sean gestionados mediante empresas de cetrería, así como a los Agentes de Protección de la Naturaleza del Gobierno de Aragón para que sirvan de alimento a aves rapaces.


"Enviamos un folleto informativo a los colegios indicando las características de las palomas, las enfermedades que trasmiten y las prevenciones que hay que tener con ellas", comenta García. No alimentarlas y tapar los huecos de los edificios en los que anidan contribuye a su reducción. Y algunos vecinos han ofrecido sus viviendas para la instalación de nuevos puntos de captura.


Los daños y molestias que provocan estos animales los sufren particulares e instalaciones públicas. Hay calles sucias en las que se acumulan sus restos favoreciendo el riesgo de que proliferen otras plagas, canales y tuberías atascadas, además de balcones y terrazas del casco antiguo que se ensucian permanentemente con los excrementos de las palomas.


El contrato con la empresa puede prorrogarse un año más. Medidas como estas se han tomado en otras ciudades como Calatayud, donde desde 2008 están tratando de reducir la población de la Columba livia o paloma bravía. Su reproducción es rápida, y en la capital bilbilitana se calculaba que los ejemplares superaban los 15.000. Además de las jaulas trampa, el Consistorio bilbilitano también buscó la colaboración de los cazadores para hacer batidas con la autorización del Inaga en el entorno de la ciudad. Cada año se han retirado unos 3.000 ejemplares.