Un rival ahogado desde octubre

El Recreativo ha sumado solo un punto en las últimas 8 jornadas y solo 6 en el último trimestre. Su plantilla solo cobró julio y agosto y el club está embargado por Hacienda desde hace 10 meses

El Recreativo que hoy visita La Romareda es un equipo herido dentro de un club agrietado peligrosamente. El Real Zaragoza va a enfrentarse a un rival con unas constantes vitales que anuncian lo peor en el apartado deportivo desde hace 8 jornadas, en las que sus jugadores solo han sumado un punto de los 24 disputados, lo que ha llevado a los blanquiazules a la cola de la clasificación de manera inexorable.


El Recre, el club más antiguo de España, con 125 años de existencia, se debate al borde de la liquidación hace tiempo. La Hacienda Pública tiene embargadas sus cuentas e ingresos desde hace 10 meses, por lo que sus empleados y jugadores solo pudieron cobrar julio y agosto, las dos primeras mensualidades de la temporada. Al rebufo de lo logrado por el Real Zaragoza el pasado martes en el Ministerio de Hacienda, ayer trascendió en Huelva un principio de acuerdo por el que la Agencia Tributaria habría aceptado la firma de un convenio singular para que los onubenses paguen los 7 millones de euros de deuda histórica con el Fisco (que, tras lo embargado durante el periodo de ingresos trabados, se ha quedado en unos 5,5).


Los dirigentes recreativistas llevan desesperados mucho tiempo. Su fortaleza económica no posee el músculo que, por ejemplo, aportan al Real Zaragoza los nuevos propietarios de la Fundación Zaragoza 2032. Pese a que el volumen de deuda es menor que el que arrastra el club aragonés, las cifras que debe el Decano suponen un obstáculo mayúsculo para sus expectativas de vida respecto de sus actuales apoyos societarios, que van a tener que pagar 1,1 millones en un primer pago en breves fechas.


Dentro de este duro y tóxico día a día, el equipo de José Luis Oltra se ha abollado por los cuatro costados con el paso del tiempo. Empezaron, como el Zaragoza, con el equipo en mantillas. Pero con unos buenos resultados que los colocaron en 3ª posición tras la 8ª jornada, a tiro de piedra del líder (2 puntos), entonces el Girona.


Era mitad de octubre. Y ahí se le caló el vestuario al entrenador onubense. El equipo andaluz se gripó por completo dentro del maremágnum de rumores y certezas relativos a la gravísima situación financiera de la entidad. Desde ese momento, las últimas 13 jornadas han dibujado una trayectoria catastrófica del Recreativo en su calendario por la Segunda División (ver cuadro adjunto). Solo han sido capaces de ganar un partido en este largo y tortuoso tiempo, 4-1 al colista Albacete. Fue el 15 de noviembre, hace más de dos meses. Por delante y por detrás de ese oasis positivo, las derrotas se acumulan sin remedio para el cuadro andaluz, que únicamente ha podido arañar tres puntos a través de tres empates: 1-1 en el Colombino ante el Sporting de Gijón, 3-3 en Ponferrada y de nuevo 1-1, hace dos semanas en Huelva, con el Osasuna.


Es decir, 9 de los últimos 13 partidos del Recreativo han sido fracasos. Los de Oltra perdieron en el campo del Betis por 3-2. En su casa por 0-3, con estrépito, frente al Numancia. Cayeron 2-0 en Gerona. De nuevo como locales, 0-1 frente al Mirandés. También el Valladolid los tumbó por 1-0 en Zorrilla. El líder Las Palmas los vapuleó en Huelva por 2-4. El modesto Leganés los superó 2-0 en Madrid. Lo mismo hizo el Sabadell, por 1-0, en la Nova Creu Alta. Y, la semana pasada, dieron vida al Barcelona B, que ganó 3-1 en el Mini Estadi.


Un calvario lleno de estaciones decepcionantes que han llevado el ánimo de la caseta recreativista y el de la afición onubense a un grado de descreímiento que anuncia un mal final si no surge una reacción súbita del equipo de Oltra. Los aforos del Colombino, que han llegado a registrar poco más de 2.000 aficionados en sus graderíos, son un termómetro del aire que se respira por allí. La fuga del delantero dentro Joselu al Mallorca la semana pasada, sustentada en la normativa por la que cualquier jugador que no cobre durante tres meses es libre de marcharse unilateralmente de un club, es otro indicativo del ambiente interno que afecta al día a día del veterano club. Joselu, además, porta el aderezo de ser un futbolista de casa, onubense de Cartaya, por lo que su decisión de marcharse del Recre tiene un valor añadido respecto de otros componentes del grupo.


La mezcla de problemas societarios, económicos y deportivos es siempre explosiva en el fútbol profesional. La Segunda B e, incluso, la Tercera División, está llena de paradigmas que muestran las consecuencias demoledoras de una temporada como la que está sufriendo el Recreativo si no es capaz de taponar rápidamente la hemorragia que lo está desangrando: Hércules, Oviedo, Murcia, Cádiz, Castellón... o, yendo más lejos, la misma desaparición del Salamanca. Esto es lo que el Recre intenta evitar y para lo que, desde hoy en Zaragoza, va a luchar con las fuerzas y armas que tiene activas en sus devaluadas y desanimadas filas.


Este es el peligro real del rival de hoy en La Romareda. Su desesperación, ese talante del que nada tiene que perder porque peor de lo que está es difícil que pueda sentirse. Hoy solo caben dos direcciones: o el Recre saca fuerzas de flaqueza y reacciona por fin, o su desastroso caminar añade en Zaragoza un nuevo episodio de fracaso.