Subrayar y esquematizar correctamente, estrategias de éxito

En esta nueva entrega de técnicas de estudio queremos hablar del subrayado y el esquema para ayudarte a optimizar tus recursos a la hora de estudiar.

Subrayar y esquematizar correctamente, estrategias de éxito
Subrayar y esquematizar correctamente, estrategias de éxito

Estudiar puede convertirse en una tarea costosa y aburrida, que no nos conducirá al éxito si únicamente nos dedicamos a memorizar el temario del libro o los apuntes. Leer un mismo tema una y otra vez, al final, nos ayudará a memorizarlo, pero por el camino dejaremos tiempo y esfuerzo que podríamos haber ahorrado, simplemente, haciendo uso de las herramientas adecuadas. Por eso, en esta nueva entrega de técnicas de estudio queremos hablar del subrayado y el esquema para ayudarte a optimizar tus recursos a la hora de estudiar. Estrategias que te conducirán a cumplir tus objetivos, herramientas que te facilitarán el aprendizaje. Mediante el esquema representamos de forma gráfica el material que debemos estudiar, mientras que el subrayado nos permitirá resaltar con colores las palabras o frases más importantes del temario. Puestas sobre la mesa, seguramente te preguntarás qué técnica debes escoger. Y, antes de continuar, te anticipamos que no te diremos qué herramienta es la más idónea porque ello depende de las capacidades o la forma de trabajar de cada persona. Pero, a continuación, te indicaremos algunas cuestiones que debes tener en cuenta, y te adelantamos que la combinación de ambas puede ser una buena elección.


Cómo se hace un esquema


A la hora de elaborar el esquema, debes saber que, posiblemente, es lo que más tiempo te va a llevar, pero te resultará imprescindible para estudiar bien y el esfuerzo invertido se verá reflejado en los resultados. Se trata de la síntesis máxima de lo que debes aprender, el truco está en conseguir apuntar toda la información posible con la menor cantidad de palabras. Hacer esquemas te obliga a llevar un estudio activo, mejora tu atención y concentración, te obliga a comprender y a relacionar ideas. ¡Ojo!, para favorecer la memoria visual es recomendable que los esquemas estén limpios y claros, en ellos debes presentar gráficamente, con dibujos o palabras clave, los conceptos más importantes del tema que debes estudiar. Evita a toda costa que tu esquema se convierta en un tótum revolútum de ideas y conceptos sin sentido. Ordénalo, relaciona las distintas partes y haz que sea coherente. Una de las principales ventajas de un esquema es que permite establecer relaciones entre conceptos mediante flechas, llaves, globos, etc.


Un buen subrayado


El subrayado y las anotaciones al margen nos ayudan a destacar lo relevante de la información que vamos leyendo. Antes de subrayar el texto es imprescindible que hayamos comprendido todo el contenido. Podemos emplear distinto subrayado en función de los aspectos que queramos destacar –idea principal, idea secundaria, detalle…– y hacer uso de otras herramientas que nos ayuden a relacionar unos contenidos con otros –flechas, símbolos, corchetes, paréntesis…–. Pero, ¡cuidado!, no caigas en el error común de subrayar en exceso y empezar a hacerlo antes de haber realizado una lectura completa. Una buena idea es tener colores asociados a determinadas partes de los apuntes o libros, de esta forma, identificaremos los distintos apartados y nos facilitará la visión global del texto. En definitiva, sintetizar el temario en forma de esquema, subrayado o resumen resulta muy interesante porque nos permite presentar la información de forma breve y con nuestras propias palabras. Cada esquema o subrayado es único, de nada sirve copiar el del compañero. Son fruto del esfuerzo personal, de la síntesis que realiza uno mismo.