Un minuto de locura con cuatro rojas

El árbitro expulsó a los jugadores locales Nauzet, Ángel y Culio, y a Mikel Insausti, preparador de porteros del Real Zaragoza.

Insausti, tras Whalley y Willian José, ante Culio y Ángel, expulsados junto al preparador de porteros zaragocista
Un minuto de locura con cuatro rojas
Arcadio Suárez/ Canarias7

El partido se había desarrollado en la más absoluta normalidad deportiva, alejado del menor atisbo de polémica. Sin embargo, en el minuto 72 y con un clarísimo 4-1 en el marcador, se desencadenó un hecho casi insólito en el fútbol: la expulsión de tres jugadores locales en cuestión de segundos. Nauzet Alemán, Ángel y Culio vieron la tarjeta roja de manos del árbitro José Ramón Piñeiro Crespo.


Todo comenzó a 18 minutos para el final, cuando el colegiado observó una "patada" a Leandro Cabrera, "estando el balón el balón en juego y a una distancia de no poder jugarlo", según quedó reflejado en el acta. La expulsión llenó de indignación al conjunto isleño y encendió la mecha de las protestas y la locura.


El siguiente e inminente capítulo tuvo como protagonistas al lateral Ángel y a Mikel Insausti, preparador de porteros del Real Zaragoza. Ambos se encararon, resultando ambos perjudicados. El jugador vio la roja "por empujar a Insausti en la zona próxima a banquillos, con el juego detenido, encarándose y diciéndole ‘hijo de puta, espérame fuera’. Una vez expulsado y durante el trayecto al túnel de vestuarios, volvió a encararse con Insausti propinándole un manotazo en la cara", escribió el árbitro.


El mismo camino hacia vestuarios que tomó Insausti "por salir de su banquillo y encararse con un jugador del equipo adversario empujándole, estando el juego detenido".


El cuarto protagonista fue Juan Emmanuel Culio, fuera del encuentro por "dirigirse a Insausti cuando iba a su vestuario, en los siguientes términos: ‘la concha de tu madre hijo de puta, la concha de tu madre’".


Esta ráfaga de cartulinas indignó especialmente a los anfitriones. Incluso el habitualmente sereno Paco Herrera dio muestras de su enfado en el propio campo. Posteriormente, en la sala de prensa, enfrió su discurso.


"Las expulsiones posiblemente hayan sido acertadas. Nos han podido costar el partido. Lo que haya que decir, lo hablaré con los jugadores de puertas para adentro, pero debemos tener más rigor. Una situación individual nunca debe perjudicar al equipo, hemos perdido tres titulares y eso para un equipo que pelea por ser primero es mucha tela, no podemos tirarlo todo por la borda como niños", expuso.


Herrera confesó que nunca se había quedado con ocho futbolistas en su amplia carrera como entrenador. Además, prevé que las sanciones que puedan recibir sus tres jugadores expulsados vayan más allá de un partido, pero confía en que los futbolistas que menos minutos han tenido hasta ahora en la competición liguera aprovechen "su oportunidad".