Meritorio punto del Sariñena

Fue un encuentro entre ?dos de los mejores equipos de la categoría a los que solo les separaba un punto.

En el Juan Antonio Endeiza se respiraba en la sobremesa de ayer un ambiente de partido grande. A la hora del café, el Andorra, quinto, recibía al Sariñena, tercero, en un encuentro entre dos de los mejores equipos de la categoría a los que solo les separaba un punto. Sobre el papel, el menú era apetecible, pero sobre el terreno de juego el viento se encargó de amargar el espectáculo. Apenas se generaron ocasiones claras y el choque estuvo marcado por el poco riesgo de ambos conjuntos.


Durante el primer cuarto de hora apenas se produjo alguna acción reseñable. Únicamente los locales pidieron penalti en una acción sobre Lou que Sobreviela Soláns no consideró como tal. Terre había sacado rápido una falta y cogió desprevenida a la defensa del Sariñena. El lateral del Andorra cayó dentro del área, pero el árbitro no pitó nada. Poco después, los locales reclamaron un empujón sobre Emilio dentro del área del Sariñena, pero el colegiado decidió que la carga sobre el centrocampista fue legal. El viento y el terreno de juego, que tampoco estaba en las mejores condiciones, impedían cualquier acción de mérito destacable. Los minutos transcurrieron con el balón más tiempo por el aire que por el suelo.


Tras el descanso, el Andorra intentó hacer daño con un juego más directo. Terre inquietó al portero del Sariñena en un lanzamiento de falta y Borja Briz disfrutó de la oportunidad más clara para abrir el marcador tras una mala cesión de Parra a Armañac. El delantero del Andorra no acertó. Poco después, César vio su segunda tarjeta amarilla por una falta que fue muy protestada por los visitantes. El Sariñena se preparó para afrontar la recta final con diez jugadores. Y lo hizo a la perfección. Se defendió con orden y mantuvo a cero su portería sin demasiados problemas.