Industria pospone las líneas de alta tensión cinco años pero el plan aún puede modificarse

España todavía no ha presentado en la Comisión Europea el listado de proyectos para la interconexión con Francia.

La primera propuesta de la Planificación Energética 2015-2020 del Ministerio de Industria, que se encuentra en periodo de exposición pública, pospone al menos cinco años las tres líneas de alta tensión (400 kV) proyectadas por la provincia: la nueva Sabiñánigo-Marsillón y las ya conocidas por el rechazo social que generan Peñalba-Monzón-Isona y la Monzón-Cazaril. Sin embargo, ni este planteamiento es el definitivo ni se descartan cambios. Por ello, la empresa pública Red Eléctrica de España, de donde parte la propuesta, declina hacer valoraciones acerca de qué infraestructuras se incluirán o se descartarán porque "el documento que no está aprobado". Las líneas, por tanto, siguen en suspenso y su definición dependerá también de decisiones europeas.


De hecho, los gestores de las redes de España, Francia y Portugal firmaron el pasado lunes un "documento de estrategia común" para desarrollar las interconexiones de la Península Ibérica con el resto del mercado europeo con el objetivo de alcanzar el mínimo del 10% de la capacidad instalada fijado por la Unión Europea para 2020. No obstante, España es de los pocos países que no ha presentado una lista de posibles proyectos. Sin embargo, la Comisión sí lo ha hecho y ha señalado dos: uno por Guipúzcoa y otro por Gerona. Por ello, en ningún momento se han mencionado las líneas que atravesarían la provincia.


Sin embargo, de esto no se puede deducir que se descarten. Red Eléctrica asegura que desconoce cuándo será definitiva esta planificación, que tiene que ser aprobada por el Consejo de Ministros. Si bien, insiste en que siempre se puede modificar el plan que relega estos proyectos hasta pasado el 2020. Ahora, hay infraestructuras en construcción que no se contemplaban en el plan anterior pero que en este momento se han considerado necesarias.


En esta situación, la Plataforma en contra de la autopista eléctrica, heredera del movimiento de contestación social frente al antiguo proyecto descartado por los tribunales de la Aragón-Cazaril, quiere reactivar la lucha social. "Cambian los nombres de las líneas y juegan al despiste, por lo que tenemos la sensación de que si nos relajamos, nos podemos encontrar con un proyecto cuando ya sea demasiado tarde", comenta el responsable de comunicación de la organización, Carlos González.

Se reactiva la lucha social

Este movimiento, que agrupa a ciudadanos y partidos políticos, especialmente de la Ribagorza y el Cinca Medio, ha convocado una asamblea general, que se celebrará el próximo viernes día 16 en Estadilla, para analizar la situación y planificar las acciones a iniciar. "Parece un poco extraño movilizarnos cuando todavía no hay ningún proyecto, pero pensamos que la maniobra es dejarnos fuera de juego. Nos puede pasar como con la Peñalba-Monzón-Isona que, sin saber nada, llegó el documento inicial a los ayuntamientos afectados", recuerda González.


Ahora, se enfrentan a dos trazados con cuyo planteamiento están en desacuerdo. Por un lado, la Aragón-Cazaril, que consiguieron frenar en los tribunales, y que reeditaría la llamada Monzón-Cazaril, ya que en realidad también tendrá su origen en la subestación Aragón y el destino será el mismo. Según la planificación que el Ministerio de Industria tiene en exposición pública, se contempla la construcción de la subestación de Arnero (Monzón) de 220 kV antes de 2020 y la de 400 kV después, al igual que el tendido de alta tensión de toda la línea desde la subestación de Aragón hasta Peñalba y Monzón. Desde ahí hasta la frontera francesa, puntualizan que "debido a las dificultades sociales y medioambientales existe la posibilidad de incrementar el tramo soterrado. A definir en proyecto". Del mismo modo, también se hace esta observación en la Sabiñánigo-Marsillón, aunque esta propuesta es nueva y, por el momento, no ha generado reacciones sociales. En este caso, el plan también la contempla después de 2020.


Todo el tramo desde Peñalba hasta Monzón no solo serviría para la interconexión con Francia hasta Cazaril sino para creación de la línea hasta Isona, en Lérida, que también provoca rechazo social en ambas provincias. Por el contrario, sí se incluye en el periodo 2015-2020 el aumento de capacidad de la línea de 220 kV Foradada del Toscar-La Pobla de Segur (Lérida), también rechazada en Cataluña. Todas están planteadas y todas son posibles porque la decisión no está tomada.