Educación deniega la beca Erasmus a 172 estudiantes al agotarse el escaso presupuesto.

Los últimos recortes en las ayudas que conceden España y Europa complican que un universitario con pocos recursos pueda estudiar fuera.

El escaso presupuesto de la convocatoria de las becas complementarias del Gobierno de Aragón para irse de Erasmus ha causado que 172 estudiantes se hayan quedado sin recibir esta ayuda al haberse agotado la dotación, de solo 269.000 euros. Educación ha decidido no darles beca porque, como recoge la resolución publicada recientemente, se ha establecido un límite de renta familiar mucho más exigente al previsto inicialmente ante la elevada demanda y el escaso presupuesto. De esta forma, aunque en un principio podían beneficiarse de ellas los hogares cuya renta no superara los 22.500 euros anuales, este umbral se ha reducido finalmente hasta los 12.500. Es decir, que la ayuda solo llega a aquellos hogares en los que entren poco más de mil euros al mes.


Las familias de estos 172 estudiantes cumplían el nivel de renta establecido inicialmente en la convocatoria; pero no el nuevo que se puso tras ver que la dotación no llegaba para todos.


No obstante, hay que matizar que Educación ha hecho varias excepciones:ha concedido ocho becas a alumnos con excelentes expedientes académicos y en cuyos hogares no entran más de 14.000 euros al mes, que sigue siendo una cifra mucho más exigente de la prevista inicialmente.


También hay que mencionar que el umbral de renta máximo crece según el número de miembros de la unidad familiar, pero en cualquier caso todos los tramos se han reducido drásticamente:para dos hijos se estableció en 37.575 euros y luego se bajó a 20.875 anuales, por ejemplo.


Las becas complementarias de la DGA –cuyo presupuesto se recortó este curso un 8%– buscan dar un extra a los estudiantes con menos recursos para que tengan la posibilidad de irse de Erasmus. Y gracias a ellas, hay 220 alumnos que van a recibir un complemento máximo de 250 euros por cada mes que estén fuera. No obstante, hay que destacar que la ayuda solo cubre un máximo de cinco meses –cuando el curso pasado eran seis–, sin menoscabo de que el programa de movilidad del estudiante sea por un año académico completo.


Máximo, seis meses de ayuda


A este recorte que se ha producido en las ayudas de la DGA se suman otros más drásticos llevados a cabo tanto por Europa como por el Ministerio de Educación en la convocatoria de este curso. Ajustes que, según los estudiantes, hacen "muy complicado"que un universitario con recursos limitados pueda irse de Erasmus.


El principal recorte que ha hecho el Ministerio en este sentido es separar las becas de la Unión Europea y las suyas(antes era una sola). Así, España concede 350 euros al mes a los 10.000 alumnos con mejor expediente académico; y Europa da entre 200 y 300 mensuales al resto, 30.000 estudiantes en toda España. A diferencia de lo que ocurría el curso pasado, estas dos becas no se pueden tener a la vez (son incompatibles) y duran un máximo de seis meses (antes, si se estaba un año, se cubría casi toda la estancia).


De esta forma, los que no consiguen una beca extra por otro lado –caso de la DGA– tienen que conformarse con la beca del Ministerio o la de Europa, de entre 200 y 350. Ahora bien, ¿puede un estudiante con escasos recursos pagarse con este dinero el alojamiento, la comida y el viaje, por ejemplo, a Alemania? Los estudiantes de Erasmus consultados por este periódico entienden que no y recuerdan que alguien que tiene que viajar fuera no se libra de pagar la matrícula en la Universidad de origen. También lamentan el "exceso de papeleo" que hay que hacer, ya que deben recurrir a varias administraciones para conseguir financiación.


El curso pasado, cuando aún no se habían producido estos recortes, la zaragozana Andrea Aznar se fue a estudiar a Colonia (Alemania) entre septiembre de 2013 y agosto de 2014. No recibió ninguna ayuda específica de la DGA –desconoce por qué– y tuvo que conformarse con la de Europa, cuando por entonces aún cubría casi la estancia completa y no seis meses. Recibió en total 1.700 euros por este tiempo, es decir, unos 150 euros mensuales. Pero su gasto, sin tener en cuenta el pago de matrículas, ya era muy superior: "Necesitaba unos 500 euros al mes: 250 para pagar el alquiler y el resto para vivir", explica.


Por ello, sus padres tuvieron que darle el resto del dinero. Además, se buscó un trabajo en una empresa de cáterin para hacer frente a otros gastos, como viajes: "Me llamaban unas cuatro veces al mes y con esos servicios conseguía cerca de 250 euros. Gracias también a ello pude hacer lo que me apetecía".