Los usuarios urgen una solución al mal estado y peligrosidad de la A–131 que une Huesca y Fraga

La DGA ha autorizado invertir 15 millones, aunque en el presupuesto del próximo año solo hay 300.000 euros.

Entre Sariñena y Sena, uno de los tramos a mejorar, se aprecian los sucesivos baches y parcheos
Los usuarios urgen una solución al mal estado y peligrosidad de la A–131 que une Huesca y Fraga
P. Puértolas

"Lamentable", "pésimo" o "vergonzoso". Estos son algunos de los calificativos que emplean los usuarios habituales de la A–131 para definir el estado que presenta esta carretera que une las poblaciones de Huesca y Fraga. En total, unos 100 kilómetros con tramos estrechos, repletos de baches e, incluso, mal señalizados, ya que las líneas han sido borradas por la falta de mantenimiento o los sucesivos parcheos.


Tras muchos años de reivindicación, el Gobierno de Aragón ha llevado a cabo por fin una primera intervención de envergadura, que ha estado centrada en 12 kilómetros del tramo Sena–Ballobar y que ha supuesto una inversión de más de un millón de euros. Actualmente, las obras están a punto de finalizar. A ello, el Consejo de Gobierno unía esta misma semana la autorización de 15,4 millones de euros para acondicionar otros tres tramos en 2015: Sariñena–San Lorenzo (4,3 millones), San Lorenzo–Venta Ballerías (3,6) y Sariñena–Sena (7,4). En total, suman unos 20 kilómetros y están dentro de los límites de la comarca de Los Monegros.

La DGA busca acelerar plazos


Según fuentes de la DGA, esta acción busca "acortar al máximo los plazos", ya que, al disponer de la autorización, los técnicos "pueden finalizar la redacción de los proyectos y de forma posterior, llevar a cabo su licitación".


Ahora bien, el anuncio choca con la realidad contable de la DGA. Y es que los nuevos presupuestos para 2015 únicamente contemplan una partida de 300.000 euros para actuaciones en la carretera A–131. De este modo, de llegar a iniciarse, el grueso de la inversión de estas obras debería ser acometido por el próximo gobierno autonómico.


De los tres proyectos, la tramitación del tramo Sariñena-San Lorenzo es la más adelantada, ya que la expropiación de los terrenos se está desarrollando por procedimiento urgente e, incluso, está prevista una primera visita técnica durante los primeros días de este enero, según confirmó el alcalde de la capital de Los Monegros, Francisco Villellas (PAR).


En la zona, usuarios y responsables políticos son prudentes frente al anuncio de la DGA. Así, entre ellos, la alcaldesa de Sena, Rocío Sanz (PSOE), insiste: "Esperamos que no se quede en una promesa electoral y en realidad, sean capaces de empezar y llegar hasta el final". En su opinión, estas obras deberían haber comenzado "hace muchos años, ya que se trata de un eje fundamental para la comarca de Los Monegros y su estado es lamentable". En este sentido, recuerda que la carretera presenta una alta densidad de tráfico, especialmente de camiones que transportan forrajes, piensos y animales hacia la vecina comunidad de Cataluña. Entre Sariñena y Fraga, el 15% de los vehículos que circulan son pesados.

"Te la juegas cada día"


Además, la carretera A-131 es utilizada a diario por los vecinos de las localidades que atraviesa, entre ellas, Huerto, San Lorenzo del Flumen, Sariñena, Chalamera o Ballobar. Así, entre ellos, se encuentra Elena Blecua, de Villanueva de Sijena, que realiza cuatro viajes diarios para acudir a su puesto de trabajo en Sariñena. En su opinión, el estado es "pésimo, especialmente cuando llueve, ya que el asfalto está lleno de oscilaciones y baches, que se abren con las heladas. Además, si hay niebla es muy complicado circular, ya que la señalización horizontal está borrada". "Sin duda, te la juegas cada día", añade.


En el mismo caso están María José Julián, de Sariñena, y Olga Foj, de Sena, que insisten en la peligrosidad de la vía. "Excepto algunas zonas, no existen ni cien metros sin un bache y de momento, lo único que hacen es parchearla, sin darle una solución real", apunta la primera. En opinión de Foj, su estado es "vergonzoso, ya que tiene mucho tráfico y resulta peligrosa por su deteriorado estado. Al verla, nos sentimos ciudadanos de segunda".