Bocado de Apple a Samsung

La multinacional de Cupertino recupera la senda de la excelencia gracias a los nuevos iPhones y a la App Store.

Con la muerte de Steve Jobs en octubre de 2011, muchos se atrevieron a lanzar el pronóstico de la progresiva decadencia en la que entraría Apple sin el manto protector de su gurú. Un mensaje que pareció comenzar a cobrar vida en 2013, cuando la multinacional de Cupertino registró una caída en sus beneficios por primera vez en 11 años. La coreana Samsung se posicionaba como el más sólido candidato para destronar a la firma de la manzana en el suculento mercado de los ‘smartphones’ y las tabletas. Sin embargo, la realidad ha corregido los malos presagios para el gigante estadounidense y, de la mano de la nueva generación de iPhones, la correlación de fuerzas ha regresado a su posición anterior.


Apple anunció el pasado martes unas ventas estratosféricas de 74,5 millones de iPhones durante el cuarto trimestre de 2014, cerrado el 27 de diciembre, y unos beneficios netos de más de 15,8 millones de euros (18.000 millones de dólares).


Durante ese periodo, la compañía tecnológica ha registrado unas ventas por valor de 74.600 millones de dólares (más de 65.556 millones de euros) frente a los 57.600 millones de dólares (más de 50.639 millones de euros) del mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 29,5%. De este modo, los beneficios netos han crecido un 37% con respecto al mismo periodo del año anterior, al pasar de unas ganancias netas de 13.100 millones de dólares (más de 11.520 millones de euros) a 18.000 millones de dólares (más de 15.800 millones de euros). Los buenos resultados obtenidos han sido impulsados por récords históricos en ventas de iPhones –especialmente el 6 y el 6 Plus– y Macs, así como por la facturación en imparable progresión de la App Store.


Los accionistas de la compañía tienen motivos para sentirse felices. El Consejo de Administración ha declarado un dividendo de 0,47 dólares por acción, que se pagará el próximo 12 de febrero a los accionistas registrados al cierre de operaciones del día 9 de febrero. Una cantidad que se suma a la revalorización crónica en el parqué bursátil.


"Es histórico e increíble lo que estamos consiguiendo. El trabajo de nuestros empleados para alcanzar estas cifras ha sido sencillamente fenomenal", celebró Tim Cook, consejero delegado y el encargado de portar la antorcha que le cedió Jobs.


Innovación, calidad y diseño. Estos son los tres vértices del triángulo de excelencia que instauró Jobs y que su sucesor trata de honrar."La mayoría de las personas piensan que el diseño es una capa, una simple decoración. Para mí, nada es más importante en el futuro que el diseño. El diseño es el alma de todo lo creado por el hombre", profetizaba el genio de San Francisco. Y remataba:"No puedes preguntar a los clientes qué es lo que quieren y luego tratar de dárselo. En el momento en que lo fabriques querrán algo nuevo". Palabras sabias y proféticas inyectadas en el ADN de la multinacional.


Si la felicidad invade los cuarteles de Apple, la preocupación se ha posado en los de Samsung, que sufrió un fuerte recorte de sus beneficios y ventas en 2014, un año en el que ha sido golpeado por el liderazgo de Apple en la gama alta de los ‘smartphones’ y por el avance de los fabricantes chinos.


La multinacional surcoreana redujo en 2014 su beneficio neto un 23,2% interanual hasta 23,39 billones de wones (19.050 millones de euros). Además, su beneficio operativo se contrajo un 32% respecto a 2013 y las ventas cayeron un 9,8%.


La estrategia de Samsung para revertir esta situación y recuperar el terreno perdido es introducir"nuevos materiales, diseños innovadores y funciones diferenciadas", según su informe presentado el pasado jueves. La batalla está servida.