Contenedores improvisados

L?a falta de papeleras específicas para depositar los excrementos de los perros en varios barrios de la ciudad ha llevado a algunos vecinos de Las Fuentes a dejar las deposiciones de sus mascotas alrededor de las farolas.

Ver pasear a dueños y perros por la ribera del Ebro, a primera o a última hora del día, en invierno o en verano, es una imagen habitual en Zaragoza. Lo que quizás no sea tan normal de ver son las papeleras que los propietarios de estos animales han improvisado: a falta de un contenedor a mano para depositar los excrementos caninos, los que pasean a sus mascotas por la ribera –en la zona del puente de Las Fuentes– han decidido dejarlas al pie de las farolas.


La distancia que separa las papeleras instaladas en esta zona para recoger las deyecciones de los animales –que hay que depositar en pequeñas bolsas de plástico– es, en algunos casos, superior a los 500 metros. Entre un contenedor y otro hay varias farolas, que han sido elegidas para desempeñar también la función de ‘sanecan’ –así se denominan dichas papeleras–. Según la ordenanza municipal que regula la circulación de animales de compañía, no recoger la deposiciones de las mascotas se sanciona con 80 euros de multa.


Pese a que dejar las bolsas alrededor de los postes puede parecer una decisión lógica –a falta de contenedores cercanos, se dejan en un punto concreto para que su recogida posterior–, ha sido tomada sin tener en cuenta el clima de la capital: durante estos días de cierzo, se puede imaginar qué ha pasado con las decenas de bolsitas que se acumulan en torno a los postes.

Zonas sin papeleras suficientes


Desde el Ayuntamiento se informó que, el año pasado, había instalados cerca de medio millar de ‘sanecanes’ en Zaragoza, aunque por las quejas de las asociaciones de vecinos, de las juntas de distrito y algunos grupos políticos, parece que no son suficientes.


La asociación de vecinos de Valdespartera trasladó al Ayuntamiento el pasado mes de octubre, a través de la junta de distrito, la necesidad de instalar más contenedores para los excrementos caninos. "Se han ampliado las zonas para los perros pero se acaba el año y, a día de hoy, no se han instalado las papeleras ni se ha recibido respuesta a la petición", explica Tomás Pellicer, portavoz de la asociación. Añade que las aceras de este barrio se encuentran "en perdición" a causa de los excrementos pero que el problema no es que la gente "se haya vuelto más sucia", sino que no "se han aumentado los servicios de limpieza a la par que el aumento de población con mascotas".


Chunta señaló, también en octubre, que precisamente en la ribera faltaban "papeleras para desperdicios y otros residuos, como excrementos de perro". Se requerían más contenedores con este fin en el camino que recorre la zona baja del Club Náutico y, paralelo al Ebro, pasa por el puente de Hierro y continúa hasta el azud, lugar en el que se han encontrado las bolsas alrededor de las farolas. Leticia Crespo, concejala de CHA, añadió que "la gente demuestra bastante civismo al dejar los desperdicios en los postes pensando que van a ir a recogerlos". El servicio de limpieza de Zaragoza tiene una brigada específica para la recogida de los excrementos que, como el caso de la ribera, no se han depositado en las papeleras.


Carmen Turégano, presidenta de la asociación de vecinos Parque Bruil, señala que la falta de un contenedor específico para los excrementos caninos no es "excusa" para dejarlos en el suelo, ya que "hay papeleras normales por todos los lados". Coincide con Pellicer en que "la falta de civismo está generalizada" y que los dueños de los perros tienen que ser "más responsables".