El Mann Filter sigue sin reaccionar

Apenas tienen tres victorias en las 13 primeras jornadas que llevan de competición

El Mann Filter, en el estreno en el banquillo de Víctor Lapeña, nada pudo hacer ante un rival muy superior en todos los aspectos del juego. Todavía es pronto para que el nuevo técnico, incorporado al equipo el pasado martes, pueda imponer su ideario a un conjunto que, además, está lastrado anímicamente por sus últimas actuaciones. De hecho, el Mann Filter suma ya su décima derrota consecutiva y permanece en una situación inquietante: en el antepenúltimo puesto de la tabla, con apenas tres victorias en las 13 primeras jornadas de la competición.


En cualquier caso, el Gernika no era el rival más propicio para iniciar la reacción. El cuadro vasco está completando una gran temporada, muy por encima de las expectativas generadas, y ahora es un conjunto sólido, competitivo y muy seguro de sus fuerzas. Más aún en sus actuaciones como local. Demasiado rival para el Mann Filter, al menos en la actualidad.


El equipo vasco fue mejor desde el inicio. Miller, con 19 puntos, y sobre todo Mosby, quien finalizó el choque con 27 tantos, fueron las principales referencias ofensivas del Gernika. Las dos jugadores tuvieron un partido muy cómodo, anotando sin excesiva oposición. A los 10 minutos de juego, el conjunto local ya había adquirido una ventaja de once puntos. La defensa del Mann Filter, con numerosas fisuras, era incapaz de contener los ataques de las vascas.


El cuadro aragonés intentó reaccionar después y, de hecho, elevó sus prestaciones defensivas. El Gernika ya no anotó con tanta facilidad, pese al potencial de algunas de sus jugadoras. Sin embargo, el equipo de Víctor Lapeña no ofreció buenas lecturas en ataque y apenas halló situaciones favorables para lanzar. Lejos de reducir distancias en el marcador, el equipo aragonés llegó al intermedio en una situación muy adversa (43-29).

Tras la reanudación, el Gernika dio el golpe definitivo. Mosby siguió facturando puntos con suma facilidad, al mismo tiempo que las zaragozanas, muy mermadas anímicamente, iban asumiendo una nueva derrota. A la conclusión del parcial, las locales habían ampliado en cinco puntos su ventaja (67-48) y habían dejado el choque prácticamente sentenciado.


En la recta final, el entrenador del conjunto vasco dio minutos a sus jugadoras menos habituales, lo que aprovechó el Mann Filter para que su derrota no fuese aún más abultada. De momento, las aragonesas siguen sin reaccionar.