Ocurre todos los años y esta vez no ha sido una excepción. Hay una serie de alimentos muy concretos cuyos precios se disparan conforme se acerca la Navidad, entre los que destacan los percebes, el besugo y el cochinillo. Según los detallistas, este encarecimiento se debe a la simple aplicación de la ley de la oferta y la demanda:son productos escasos, que apenas se reclaman el resto del año y que de repente, en estas fechas, despiertan un enorme interés. El caso de los percebes frescos suele ser el más llamativo. De hecho, mientras en noviembre de este año se encontraban en los mercados por 53 euros por kilo, ahora se están vendiendo a 141. Es decir, su tarifa se ha triplicado."Como hay pocos, se los lleva la empresa o el detallista que más paga", explica Leopoldo Toral, presidente de la Asociación de Comerciantes de Pescados de Zaragoza.

Añade que, igual que ocurre con la inmensa mayoría de los alimentos, la cantidad de percebe disponible depende mucho del tiempo que haga. Por eso, el temporal que sufrió Galicia hace algo más de una semana dificultó bajar a recogerlos y su tarifa aumentó."Si sigue haciendo bueno como estos últimos días, lo normal es que el precio se mantenga. Si no, subirá más", explica Toral. De hecho, estas buenas temperaturas –y la ausencia de nieve y heladas que tanto daño están haciendo a las estaciones de esquí– han provocado que el precio de la verdura por antonomasia de la Navidad (el cardo)haya bajado."Se está recogiendo todo sin problemas, más de lo que hace falta, y ahora lo estamos vendiendo a 0,80 euros por kilo, cuando a finales de noviembre estaba a 1,25", cuenta Julio Artigas, con un puesto en el Mercado Central de Zaragoza.

Tras los percebes, el besugo y el rape son los pescados que han experimentado una mayor subida en el último mes(diez euros de media cada uno). El cochinillo también ha registrado un incremento similar. Sin embargo, según los detallistas de carnes, este animal no sube tanto por su escasez –que también–, sino sobre todo porque los productores aumentan su precio en Navidad porque en solo unas semanas tienen que recaudar lo que no consiguen en todo el ejercicio (es un producto que apenas se demanda el resto del año, cuando en la mayoría de los mercados hay que encargarlo).

La prevista subida de precios en esta media docena de productos lleva a cada vez más aragoneses a comprarlos por adelantado y congelarlos para intentar ahorrar, si bien los previsores siguen siendo minoría. También hay estudios, como uno recién publicado por la consultora Nielsen, que ha detectado que los consumidores huyen hacia otros productos más baratos cuando se producen estas fuertes subidas. Esta empresa pone como ejemplo la renuncia a comprar besugo en favor del salmón, un producto que se demanda todo el año, que es abundante y que, por tanto, suele costar lo mismo en Navidad.

El dinamizador del Mercado Central, Julio Pasamón, también detecta esta búsqueda de productos alternativos."La pieza de besugo blanco escasea y, por eso, su precio está subiendo. Pero mientras tanto se está vendiendo merluza muy buena a un precio excelente:6,99 euros".

Quitando las excepciones mencionadas, los detallistas inciden en que la inmensa mayoría de los productos están igual o más baratos que otras Navidades."Hay una tendencia a pensar que todo está más caro, pero es al revés", señala Artigas. De hecho, en el estudio que hace todos los años este periódico se puede apreciar cómo los productos con oferta abundante están a precios más asequibles que otras Navidades. Por ejemplo, el ternasco cuesta siete euros menos que en la campaña de 2009.