Una de las herramientas más usadas para transmitir la cultura de una organización es la verbalización de las políticas corporativas. En ellas se establecen los criterios sobre los que se modelan los comportamientos de las personas y se construye el día a día. La forma habitual de redactarlas es a modo de declaración de intenciones, por ejemplo "promover la mejora continua..."; "prestar el servicio con la máxima profesionalidad y honestidad...". Con este enfoque, suelen resultar mensajes genéricos, si se opta por declaraciones de intenciones, o documentos semejantes a procedimientos, si se detallan ampliamente esas políticas.

Menos extendido pero muy efectivo es crear las políticas centrándolas en aquellos aspectos irrenunciables o innegociables. Se trata de un enfoque más directo, con mayor fuerza comunicativa y que ayuda a concretar y limitarse a los aspectos realmente vitales para la creación de la cultura corporativa.

El enfoque de transmitir los criterios en la empresa mediante irrenunciables no es exclusivo de las políticas. Y puede aplicarse a todos los niveles con la misma eficacia.