Algo raro ocurre

La economía mundial crece con fundamentos frágiles, los bancos centrales inundan liquidez los circuitos financieros y el dinero no llega a los ciudadanos, el precio del barril de petróleo baja sin que se tengan claros los motivos...

El Banco Mundial (BM) acaba de publicar su informe de ‘Perspectivas económicas mundiales’, en el que enfría ligeramente las expectativas de crecimiento económico global para los próximos tres años. El PIB mundial creció un 2,6% en 2014 y está previsto que sólo alcance el 3% en 2015, rebajando las previsiones del 4,2% que el Fondo Monetario Internacional, considerando los nuevos precios del petróleo, había revisado recientemente al alza. El estudio bianual del BM recoge cuatro factores globales de riesgo para los próximos años: Posible estancamiento del comercio internacional, elevada volatilidad de los mercados financieros, tensiones políticas en países productores de petróleo y largo periodo de muy baja inflación en el mundo.


Por áreas geográficas, el BM da para EE. UU. un crecimiento del 3,2% en 2015 (cerró en el 2,4% el 2014). En Asia predice que India crezca un 6,1% y China, el 7,1%. En Latinoamérica separa la zona atlántica (Argentina, Brasil, Venezuela), donde espera contracción, de la pacífica, donde destacan México, Perú y Colombia con crecimientos de más del 4%.


El informe revisa a la baja el crecimiento económico de la zona euro para 2015 desde el 1,8% al 1,1% y avanza un cierre del 0,8% en 2014. También hace una valoración positiva de las reformas en España e Irlanda, y manifiesta preocupación por un crecimiento más débil de lo esperado en Alemania, Francia e Italia.


Casi al mismo tiempo, el Abogado General del Tribunal de Justicia de la Unión Europea hacía público un largo y complicado documento en el que reconocía las competencias en política monetaria del BCE, al no considerar la demanda germana que en 2012 cuestionaba la OMT (Outright Monetary Transactions) que Mario Draghi utilizó para salvar la moneda europea. La importancia de esta cuasi-sentencia es muy relevante y oportuna, teniendo en cuenta que los mercados están esperando que el BCE, en su reunión del jueves, anuncie la puesta en marcha de un programa de compra de deuda pública (QE) por medio billón de euros.


Mientras tanto, los mercados financieros tanto de renta fija como de renta variable continúan muy inestables. Los indicadores de las expectativas de inflación a largo plazo que usan los bancos centrales para marcar su política monetaria se han situado por debajo de los niveles registrados tras la caída de Lehman Brothers, llevando el rendimiento del bono a diez años de EE. UU., Alemania, el Reino Unido y Japón a marcar nuevos mínimos históricos. Algunas casas de análisis sitúan el Bund alemán tocando el 0% a principios del tercer trimestre. Esto podría llevar el bono a diez años español a tocar niveles inferiores al 1% antes de final de año.


La economía mundial crece a un ritmo aceptable pero sus fundamentos son frágiles, los bancos centrales inundan de liquidez los circuitos financieros pero el dinero no llega a los ciudadanos, el precio del barril de petróleo baja de los 110 a los 45$ y casi nadie tiene claros los verdaderos motivos. Verdaderamente, algo raro está ocurriendo en el mundo.