El 43% de la superficie de los polígonos industriales de Aragón está vacía

Las 330 zonas empresariales ocupan un total de 11.096 hectáreas. Muchos municipios

han puesto en marcha campañas de promoción y ventajas fiscales para impulsarlos

En lo que tenía que ser un boyante polígono industrial crece la maleza. Todas las parcelas están disponibles y con servicios de agua y luz.
El 43% de la superficie de los polígonos industriales de Aragón está vacía
Macipe

Aragón cuenta con 330 polígonos industriales que ocupan un total de 11.096 hectáreas. Estas zonas empresariales, la mayoría de las cuales se construyeron en época de bonanza económica, quedaron en muchos casos urbanizadas y con gran parte de los solares sin ocupar. De los datos obtenidos del inventario del Instituto Aragonés de Fomento se desprende que el 42,8% de la superficie total de polígonos industriales está disponible. Y hay casos puntuales en los que todo el polígono está vacío.


La Estrategia de Ordenación Territorial, presentada a finales del año pasado por el gobierno autonómico, se dedica un apartado especial a los suelos para usos productivos. En este documento se señala como una debilidad la excesiva superficie de suelo industrial frente a la escasa demanda, así como la incapacidad de los pequeños ayuntamientos para gestionarlos. Como fortalezas plantea tanto la existencia de suelo industrial a precio económico debido al exceso de oferta, así como la posición estratégica de la comunidad. Y sus previsiones apuntan a un 85% de ocupación máxima para 2025.


En el documento se destaca también la relevancia que tiene el sector industrial en Aragón, y eso pese a que el empleo ha caído del 27,5% en 2001 a menos del 20% en 2010. Por eso, el informe concluye con la necesidad de revisar las políticas de desarrollo industrial en la comunidad.


Algunos partidos de la oposición, como CHA, reclamaron en las Cortes un plan integral de política industrial"que se empeñe en reordenar y optimizar los polígonos semi abandonados en muchas comarcas aragonesas", iniciativa que no salió adelante. Los nacionalistas incidieron en que no desarrollar políticas industriales activas por parte de los poderes públicos"va en contra de la necesidad de reducir la superficie disponible de polígonos y de crear empleo".


Casos en los que las zonas industriales se quedaron en un proyecto frustrado los hay por todo el mapa de Aragón. En Munébrega, en la comarca zaragozana de la Comunidad de Calatayud, por ejemplo, las calles urbanizadas del polígono, con farolas y cuadros eléctricos que vándalos y ladrones han destrozado, están vacías. Ninguna empresa se ha instalado allí desde su construcción. Lo mismo ocurrió en Orihuela del Tremedal. La zona industrial urbanizada hace 15 años costó 1,8 millones de

euros, que no han sido rentabilizados por el pueblo porque ni se ha estrenado.


En otros municipios, en cambio, han tenido más suerte. En el polígono Centrovía de La Muela se dieron de alta 18 nuevas empresas a lo largo de 2014."La ubicación y los precios de las naves, mucho más bajos, han atraído empresarios", señala la alcaldesa, Marisol Aured. El Consistorio pretende promocionar el polígono a nivel internacional para dar salida a las más de 300 naves construidas y sin ocupar.


Otros ayuntamientos también han puesto en marcha en los últimos tiempos una serie de campañas de promoción y ventajas fiscales con el objetivo de impulsar las zonas industriales ya urbanizadas. Aunque en la mayoría de los casos no ha surtido el efecto deseado.


En Calatayud, el Ayuntamiento acaba de inaugurar la página web www.calatayudemprende.es, un portal de información dirigido a divulgar la actividad empresarial, orientar a emprendedores y difundir los atributos de la ciudad como destino inversor. Una nueva medida con la que intentar crear empleo, algo para lo que también pusieron en marcha bonificaciones en los alquileres de las naves municipales.


El Consistorio de Épila vendió el suelo del polígono El Sabinar a 45 euros el metro cuadrado y están dispuestos a negociar precios más bajos para vender las dos parcelas municipales. En Zuera, hay un 40% de bonificación en el impuesto de construcciones y licencia de obras para cualquier empresas que se instale en alguno de sus tres polígonos. Tarazona también ofrece ayudas para la adquisición de naves y en la web municipal recuerdan las subvenciones para la adquisición de suelo de diferentes instituciones. En La Puebla de Alfindén preparan un plan de imagen y estratégico con el objetivo de impulsar su polígono, ubicado junto a la autopista de Barcelona.


En la localidad oscense de Barbastro, el año pasado crearon naves nido que están cubiertas por emprendedores. El Ayuntamiento acordó recientemente destinar fondos para asfaltar los viales y mejorar la señalización. En Monzón, el año pasado se acondicionaron los viales y se trabaja en la promoción de suelo industrial.


El polígono de Benabarre se amplió en 2008 por las demandas de una empresa que pretendía instalarse, pero la crisis acabó frenando el proyecto y ahí sigue sin ocuparse. El Ayuntamiento sacó a subasta pública las parcelas que estaban sin vender, pero apenas ha habido movimiento.