De controlar las mezquitas a vigilar internet

La Policía y la Guardia Civil han duplicado sus efectivos para combatir el riesgo del fundamentalismo islámico desde el 11-M. Sin embargo, su control ha pasado de estudiar lo que dicen los imanes en las mezquitas de Aragón a detectar a los ‘lobos solitarios’ yihadistas por la red

La detención del joven argelino Nouh Mediouni, el 23 de abril de 2013, se produjo en su domicilio familiar en la calle Florentino Ballesteros, en Las Fuentes. Era estudiante de informática en el instituto de Pablo Serrano.
De controlar las mezquitas a vigilar internet
maite santonja

Los atentados de París cometidos el pasado día 7 y que segaron la vida de 17 personas, provocaron que España elevara al nivel 3 el estado de alerta antiterrorista. El ministro del Interior, Jorge Fernández Díaz, lo anunció una vez que se reunió con los responsables de terrorismo islámico del Cuerpo Nacional de Policía, de la Guardia Civil, del CNI, de Seguridad Nacional y del Centrode Inteligencia contra el Terrorismo. Una semana más tarde, el martes pasado, el ministro celebró el 191 aniversario de la creación de la Policía Nacional y elogió su trabajo en defensa del sistema de libertades y derechos frente a la amenaza yihadista.


"Se eleva el nivel siquiera sea de forma transitoria, sin que exista una amenaza concreta sobre España. No existe ningún elemento objetivo que permita hablar de un riesgo adicional de atentado en el país como consecuencia de los sucesos conocidos en Francia", señaló Fernández Díaz, antes de participar en la marcha de París, en la que se manifestaron 50 jefes de gobierno.


Un miembro de las Fuerzas de Seguridad del Estado que se dedica a la vigilancia del fundamentalismo islámico en Aragón reconoce a HERALDO que las tareas han evolucionado desde el control que se hacía de las mezquitas y del extremismo que defendían algunos imanes, como el de Las Armas, en Zaragoza, hasta especializarse en la vigilancia de los ‘lobos solitarios’ por internet.


Los correos de los yihadistas suelen saltar como un ‘spam’ para no ser detectados por la Policía y la Guardia Civil. Pero la actuación policial contra el terrorismo islámico se centra en el ciberterrorismo, la radicalización, la financiación y el reclutamiento de los nuevos miembros, que se conocen como ‘lobos solitarios’.


Desde Afganistán hasta Siria

"En Zaragoza y en Navarra se detectaban seguidores del FISy del GIA argelinos hasta que empezaron a llegar integrantes del ejército salafista. Solían entrar de jóvenes en algunas mezquitas, donde los tutelaban para estudiar, y desde allí se empezaron a ir a Pakistán rumbo a Afganistán. Venían aquí para pedir ayuda económica para ese viaje", describe a los terroristas detectados en los albores del 11-M en Madrid.


Ese viaje que se emprendía desde España hacia Afganistán ha cambiado de destino, porque ahora se integran en los grupos terroristas que han nacido en los conflictos en Siria, el Magreb o el Sahel (desde Mali a Mauritania), donde el Ejército francés actúa para frenar Al Qaeda, apoyado por el Ejército del Aire español con un contingente del Ala 31 de la Base de Zaragoza.


Esa imagen de la conexión personal de los futuros terroristas en las mezquitas de Zaragoza, que llevaba a la Policía y la Guardia Civil a buscar los contactos dentro de estos centros religiosos, se ha evaporado en los últimos años.


Los enlaces de los futuros miembros de Al Qaeda se realizan por internet y ya en el lugar de destino. Así ocurrió con el joven argelino Nouh Mediouni, un estudiante de 23 años que cursaba grado superior de Formación Profesional de informática en el colegio Pablo Serrano, en Las Fuentes, que realizó un viaje para conectar con Al Qaeda en el Sahel y al que seguían. Fue detenido el día de San Jorge de 2013 por miembros de la Comisaría General de Información y Grupos Especiales de Operaciones (GEO) para evitar cualquier sorpresa. Estuvo preso en primer grado en la prisión de Córdoba durante once meses, hasta que el juez Santiago Pedraz, de la Audiencia Nacional, archivó su causa. Al poco de salir libre, Interior decidió expulsarlo a Argelia en marzo de 2014 por "motivos de seguridad nacional" y lo entregó a las autoridades de su país.


Los agentes de la Comisaría de Información de la Policía se han dedicado con eficacia a la lucha contra el ciberterrorismo desarrollando "una vigilancia digital para garantizar la seguridad en el ciberespacio". Los comentarios de Mediouni en el foro de Al Qaeda en el Magreb Islámico (AQMI)sobre el atentado de Boston ("lo que sienten ahora es lo que sienten los niños en Afganistán, Siria e Iraq", dijo) sonaron como una alarma entre los investigadores, porque parecía que había sido captado por el número dos de la organización, Amine Saumi.


La vigilancia estrecha de Nouh Mediouni en Zaragoza, que fue controlado dos años antes de su detención, llevó a la Policía a evitar cualquier movimiento. Sabían que viajó al Sahel con AQMI, se vigiló a un grupo de amigos con los que salía al campo tras conocerlos en la mezquita, y se controlaron sus contactos desde cabinas e –incluso– el uso que hacía del wifi de sus vecinos.

Contactos en las viviendas

La actuación de la Policía y la Guardia Civil es cada vez más abierta con la Comunidad Islámica en Aragón para recibir información sobre cualquier movimiento sospechoso. "Me pidieron hace poco desde la Guardia Civil de Madrid que identificara un dibujo localizado en uno de los yihadistas para conocer su significado", explica un magrebí que lleva años colaborando en Aragón con los servicios de información. Es su oído en las mezquitas y en las comunidades islámicas. "Pero lo que antes eran contactos en los rezos de las mezquitas después de escuchar al imán, ahora se han transformado en comunicaciones privadas en sus casas o a través de internet, porque son conscientes de que las comunidades están muy controladas", apunta el topo magrebí.