Coma logra su quinta corona

El piloto español revalida su título en motos en la prueba por etapas más dura del mundo

Marc Coma celebra eufórico su triunfo en la 36ª edición del Rally Dakar.
Coma logra su quinta corona
FRANCK FIFE/afp

El Dakar 2015 ya es historia, y nuevamente la bandera española lucirá en lo más alto de su palmarés en una de sus cuatro categorías. Marc Coma se proclamó ayer vencedor del raid más duro del mundo por quinta vez en su trayectoria deportiva, y se confirma como el mejor corredor español en esta competición. La victoria de Coma en Buenos Aires no hace sino confirmar el absoluto dominio que tiene este piloto, de 38 años, que sólo ha visto cómo los pilotos de Honda, Gonçalves y Barreda, le han puesto en apuros.


Con este quinto entorchado, Coma se coloca en el segundo escalafón histórico de pilotos vencedores del Dakar en la categoría de motos. Iguala a auténticas leyendas de este rally, como Cyril Neveu y su exrival Cyril Despres, y se queda a sólo una de las seis que consiguió Stepháne Peterhansel antes de pasarse a los coches. Precisamente esta es la gran duda que ahora se cierne acerca del futuro de Coma: ¿dará el salto a las cuatro ruedas? La edad pesa cada vez más en el corredor de Aviá, y él mismo ha confesado insistentemente en los últimos meses que le haría mucha ilusión pasarse más pronto que tarde a la categoría de coches.


"Lo más difícil es ganar después de ganar". Se trata de una de las frases de cabecera de Marc Coma, pentacampeón del Dakar. El piloto se ha colado en el club hasta ahora francés de los tres máximos ganadores del raid más duro del mundo sobre las dos ruedas. "Estoy contento y orgulloso de ir sobreviviendo a las distintas épocas. No esperaba conseguir algo así en mi carrera deportiva. Creo que todavía no soy consciente de lo que he conseguido. Año a año intento sumar victorias con nuevas generaciones de pilotos y de motos. Estoy contento de estar aquí todavía ganando después de más de una década", enfatizó Coma. Cansado, pero con una notable satisfacción, ayer recibió otro busto del tuareg.


Inspirado por su padre Ricard, que llegó a ser quinto en el Campeonato de España, Marc siempre fomentó su afición por las motos que tuvo su bautismo de fuego a los ocho años cuando subió a la máquina de su tío, una Montesa Cota 348, que marcó el inicio de un camino triunfal que no se ha detenido. "Sabíamos que las etapas maratón iban a ser claves y así lo han sido. Por lo tanto, gestionar estas situaciones ha sido la clave para el triunfo. Con el equipo que tenemos y la gente que hay alrededor esta quinta victoria habla mucho de todos nosotros", añadió el vencedor con KTM, una marca que lleva 14 dakares ininterrumpidos con triunfos.

Dos dakares seguidos

El emperador de las arenas ha logrado el más difícil todavía. Los años 2006, 2009, 2011, 2014 y 2015 arrancaron con triunfo para Marc Coma, y por primera vez ha logrado encadenar dos victorias consecutivas. A sus éxitos en el Dakar hay que sumar su notable trayectoria mundialista, ya que Coma se ha proclamado campeón del mundo de rallys cross country en seis ocasiones, además de haber ganado el titánico Abu Dabi Desert Challenge en siete. En la comunidad aragonesa también ha dejado su sello ya que en dos veces ha subido a lo más alto del podio de la Baja Aragón (2004 y 2008). La arena es su hábitat natural, y la relación con su moto supone una simbiosis perfecta. "Donde más disfruto es encima de la moto, no cuando me bajo de ella", afirma, satisfecho, cada vez que se le pregunta.


No se puede entender el éxito de Coma sin asociarlo al absoluto dominio de KTM en la categoría. Desde 2001, siempre ha ganado una moto de la marca nipona, con la excepción de 2008, cuando no se disputó el Dakar por amenazas terroristas. El equipo trabaja para y por él, ahora que no le ‘estorba’ Cyril Despres, enrolado en la aventura de las cuatro ruedas con Peugeot. ¿Volverá a coincidir con su viejo enemigo en breve? Esa es la gran duda ahora mismo. El piloto barcelonés ya lleva meses dejándose querer por la categoría de coches, pero aún tiene que pensarlo bien. La edad es un factor fundamental a favor de dar el salto. Los 38 años no pasan en balde, sigue siendo joven y sigue preparándose físicamente como el primer día, pero las caídas de la moto cada vez duelen más. Además, los de atrás vienen apretando muy fuerte. Quién sabe qué hubiera pasado en este Dakar si Joan Barreda no hubiera tenido esa fatídica caída en la octava y brutal etapa maratón.


A favor de quedarse en las motos está una idea más que atractiva para un piloto tan competitivo como Coma. Reinar en el Dakar está muy bien, pero igualar los seis de Peterhansel es un caramelo demasiado dulce como para renunciar voluntariamente a él. Sólo él sabe qué pasará en el futuro, pero, de momento, puede encararlo con la satisfacción de que su reinado se mantendrá, al menos, un año más.