Constantino Montañés: “Si somos receptivos, el aprendizaje viene de todas partes”

El consultor laboral Constantino Montañés no solo hay que emprender si nos quedamos sin trabajo, también hay que hacerlo en el trabajo.

Montañés, durante su reciente visita a Zaragoza
Constantino Montañés: “Si somos receptivos, el aprendizaje viene de todas partes”
Oliver Duch

Escribe sobre cómo encontrar el mejor empleo. ¿No debería quitar del título lo de ‘el mejor’?


Hoy tener empleo es tener el mejor empleo. Pero es importante aspirar a tener el mejor o, al menos, encontrar uno, aunque no sea el soñado, e ir construyendo desde ese uno mejor.


Pero ¿es que hay empleo?


Lo hay, incluso hay posiciones que no se llegan a cubrir, por falta de conocimientos de idiomas o de una especialidad técnica...


Nos dicen que debemos ser emprendedores. ¿Hay que emprender como sea y en lo que sea?


Hay una falsa expectativa. No solo hay que emprender si nos quedamos sin trabajo, también hay que hacerlo en el trabajo. Para ello, la empresa debe identificar qué emprendedores tiene y crear el clima para que puedan hacerlo, que no siempre pasa.


¿En qué emplearse cuando se está desempleado?


Dicen que buscar empleo es un oficio en sí, pero le hacen un flaco favor a quien se lo dicen. Un desempleado, precisamente, debe emplearse. Por ejemplo, en voluntariado, que es una buena oportunidad para adquirir habilidades de trabajo en equipo y de comunicación. Y nunca reunirse para llorar y contar penas, sino buscar ambientes de optimismo.


¿Le ha ayudado estudiar psicología para ser consultor laboral?


¡No lo sé! Pero creo que la mejor carrera es la propia vida. Haber interactuado con otros en distintos entornos: los estudios, el trabajo... El anterior propietario de Campofrío, Pedro Ballvé, decía: «De todas partes tienes que llevarte algo». Si somos receptivos, el aprendizaje viene de todas partes.


¿Hay hoy psicología en los centros laborales?


Hay buenos profesionales en todos sitios. Pero un directivo de una importante empresa me dijo hace poco: «Probablemente, el departamento de Recursos Humanos es el que menos tiene en cuenta los recursos humanos». Al final, las cosas las hacen las personas, y las personas fallan.


¿Qué es lo más raro que le ha preguntado a un aspirante?


En el clima que se crea en la entrevista, la gente cuenta cosas raras. En un proceso de evaluación de los directivos de una empresa, le dijimos a uno que su perfil era muy poco afable. Y nos dijo: «Si tocara el timbre en casa y dijera ‘Ábreme, cariño’, mi mujer pensaría que me están atracando».


¿Y era un directivo?


Sí... y lo están sustituyendo ahora.


¿Qué pondría en su currículum para lograr que se lo lean?


Muy pocas cosas. Queremos página y media, con cuatro datos biográficos, experiencia laboral y formación, y una carta de presentación de cinco líneas para decir aquello que quiero comunicar respecto a lo que se solicita.


¿Aceptaría un ‘minijob’ o le parece un maxiengaño?


Yo creo que todos hacemos minijobs. Alguien que trabaja en una empresa hace un ‘minijob’ cada vez que hace algo para un cliente.


Ya, pero no cobramos lo que se paga por un ‘minijob’...


Mire, los ‘minijobs’ van a seguir adelante, tendremos que vivir con ellos y continuar. Hay quien, tras aceptar uno, se le ofrece otro trabajo y no lo acepta, porque está saliendo adelante. Hay de todo.


Usted selecciona a candidatos para empresas, ¿ve ya brotes verdes o no brota nada color esperanza?


Acabamos de ver la mejoría en los datos de paro, pero eso, al que está en el desempleo, no le dice nada. Tenemos que ponernos en la piel de esa persona, y es la administración la que tiene que facilitar su empleabilidad.


Usted les da buenos palos a los políticos en el libro...


Sí, creo que es el colectivo de menor competencia, no quiero decir otra palabra. Otros continuamos nuestra carrera profesional fuera del ámbito de nuestra especialización, ellos difícilmente lo hacen.