Goleada de líder

El Huesca destroza al colista con un doblete de Tyronne y los primeros goles en la Liga de Guillem y Esnáider.

Gassama y Morillas felicitan a Tyronne por su primer gol
Goleada de líder
Rafael Gobantes

El Huesca abrió la espita de los goles cuando más se cuestionaba su eficacia. Dos empates a cero seguidos habían ralentizado el paso y qué mejor que la visita del colista para erradicar las dudas, reforzar el liderato y darse un homenaje. El Trival Valderas, tan voluntarioso como cándido, dio facilidades defensivas a los azulgranas para que resolvieran el choque en media hora y lo ampliaran hasta la goleada en los últimos compases. Hubo para todos. Primeros tantos en la Liga de Guillem y Esnáider. También, lesiones del menorquín y de Juanjo Camacho como nota negativa.


Loas visitantes se mostraron mansos en el remate. El Huesca, no. La primera, dentro. En el 12, Camacho condujo una jugada iniciada por José Gaspar y dio la pelota a Tyronne para batir a Kike con un atinado lanzamiento cruzado dentro del área. La ya conocida eficacia de los mediapuntas. El segundo golpe, diez minutos después, enseñó por qué Guillem es un muy buen ariete pese a que su campaña esté siendo para olvidar y al fichaje de Mainz, que lo vio en la tribuna. Camacho le habilitó y el balear se la llevó entre dos defensores que le hicieron penalti pero no le impidieron rematar para que el balón entrase silente en la meta.


El mediodía del domingo invitaba a darse un banquete y José Gaspar cogió la carta en el 39 con una acción individual que empezó en la derecha, su zona de influencia, y cerró por dentro sorprendiendo al portero por el palo corto. Finiquitado, el Trival Valderas ofreció la virtud de mantenerse en pie e hizo el 3-1. Los madrileños trataron de reaccionar tras el descanso y el Huesca tardó en enchufarse. El cuarto cayó como fruta madura con un toque suave de Tyronne y gran asistencia de Aythami. La inmediata expulsión de Noguera en el 69 precedió a la lesión muscular de Camacho. Esnáider, por fin, hizo el quinto y Ros, de falta, redondeó la jornada.