El mercadillo navideño que cada año organiza la Asociación Española Contra el Cáncer en Huesca supone el lugar perfecto para encontrar el regalo adecuado que colocar debajo del árbol, ya que además de contar con multitud de posibles detalles para estas fechas, lo que se recaude con su venta se destinará a la labor que llevan a cabo en la Asociación. "Todo lo que se obtiene del mercadillo es para continuar con nuestra misión de dar apoyo a los pacientes y para contribuir con la investigación de la enfermedad", explicó Ana Palomera, coordinadora de la entidad en Huesca.

El pasado martes al mediodía, Palomera fue la encargada de ejercer de anfitriona en la inauguración del mercadillo, junto al tesorero de la Asociación en la provincia altoaragonesa, Javier Biota. No quisieron perderse el arranque de la ya tradicional cita –que ya es como el pistoletazo de salida para la cuenta atrás navideña–, los concejales del Ayuntamiento de Huesca, Teresa Moreno, representantes del área de cultura y José María Gella, del de deportes y participación ciudadana. Ambos ejercieron de representantes del consistorio y pasearon entre la multitud de productos que componen el mercadillo: Juguetes, pequeños electrodomésticos, bisutería hecha a mano, material escolar o marroquinería. Todos estos artículos han sido donados por diferentes comercios de la ciudad, que en esta ocasión han incrementado la oferta respecto a años anteriores. "En las últimas ediciones se había reducido el número de aportaciones, suponíamos que por la crisis, pero esta vez podemos hablar de un pequeño repunte en el número de donaciones", explicó la coordinadora durante las primeras horas en las que estaba abierto el mercadillo, que continuará hasta el día 9.

Pero si en algo hizo hincapié la coordinadora de AECC en Huesca fue en la labor de las voluntarias de la Asociación. Asunción Mur, Marcia Aranda, Consuelo Bolea, Alicia Uriol o Amelia Justes forman parte de ese grupo de más de 200 personas que de forma desinteresada colaboran con la lucha contra el cáncer. En el caso del mercadillo, es un grupo de 40 voluntarias el que se encarga de ir recogiendo los productos donados, colocarlos en la exposición y atender a los visitantes.