Exhibición ofensiva

El CAI supera al Laboral Kutxa, firma su octava victoria del curso y fortalece sus aspiraciones de actuar en la Copa del Rey
Robinson y Goulding fueron un azote permanente. Jelovac se sumó al final

Henk Norel, muy incisivo ayer bajo los aros, machaca el aro del Baskonia.
Exhibición ofensiva
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El CAI se destapó con otra actuación soberbia, sobre todo en ámbito ofensivo, y acabó firmando su octava victoria de la temporada. Fue un triunfo concluyente, de rango mayor, frente a un oponente de enjundia que, recientemente, ha vuelto a colarse entre los 16 mejores conjuntos del baloncesto continental. Los argumentos del Baskonia son irrebatibles, especialmente por su amplitud de recursos en ataque, por mucho que se presentara ayer a la cita en una situación angustiosa, de máximo riesgo, tras su indecisa trayectoria en la competición española. Sin embargo, el equipo vitoriano careció de respuestas en el pabellón Príncipe Felipe; y no las tuvo porque el CAIZaragoza fue un bloque contundente, vigoroso, imponente en todos los aspectos del juego.


Con el partido ya sentenciado (105-94), y cuando apenas restaba un segundo para la conclusión, Llompart se tiró al suelo, con una determinación admirable, con una furia incontenible, para robarle el balón a Fabien Causeur. La acción retrata el ímpetu que derrocharon ayer los zaragozanos. La recompensa fue considerable: con la victoria, el CAI fortalece sus aspiraciones de acceder a la Copa del Rey; y, al mismo tiempo, asesta una puñalada perniciosa, prácticamente definitiva, a un rival directo en la lucha por las siete primeras posiciones.


De inicio, Joaquín Ruiz Lorente propuso una zona 2-3, muy bien ejecutada por sus jugadores, que anuló las primeras acometidas visitantes. El Baskonia inauguró el marcador desde la línea de personal, cuando Bertans acertó en uno de sus dos intentos; pero luego careció de ritmo y fluidez, en gran medida por la presión de los zaragozanos, y apenas halló situaciones ventajosas para anotar. Todo lo contrario le sucedió al CAI, muy productivo en la pintura con la aportación de Katic (8 puntos en el primer acto), y certero también cuando tuvo que recurrir al perímetro. Por entonces, el único inconveniente atendía a Jelovac, penalizado con dos faltas personales en los dos primeros minutos. Enseguida fue sustituido por Landry, quien tuvo una respuesta formidable, en ataque y en defensa, contabilizando siete tantos y cuatro rebotes en el cuarto inaugural.


Un triple del propio Landry, otro posterior de Robinson y un palmeo de Norel ampliaron la renta aragonesa (22-15), a los nueve minutos de juego, que se agrandó aún más tras cinco puntos consecutivos de Lisch. Sin embargo, el Baskonia respondió con dos acciones geniales, ambas con James como protagonista. Primero, con un triple que, además, conllevó la segunda falta personal de Norel; y después, ya sobre la bocina, con un atinado lanzamiento desde el medio del campo (29-25). El base americano, recién incorporado al club vasco, finalizó el primer cuarto con 15 puntos en su haber.


El CAI mantuvo sus prestaciones defensivas en el segundo cuarto. En ataque, Norel percutía bajos los aros con suma facilidad, y Robinson y Goulding suponían una importante amenaza por fuera (43-35, minuto 17). Sostenido por una defensa tenaz, e impulsado por el criterio de Llompart en sus acciones ofensivas, el cuadro aragonés adquirió una ventaja de hasta 10 puntos (51-41). Y todo sin la participación de Jelovac, quien, durante la primera mitad, apenas permaneció dos minutos sobre la pista. De hecho, regresó poco antes del intermedio, pero 30 segundos después fue castigado con su tercera falta. El Baskonia redujo su desventaja con un parcial de 0-5 (53-46).


Tras la reanudación, Robinson (19 puntos) continuó facturando con solvencia, fabricándose sus propias canastas (60-48). El principal hándicap del Baskonia apuntaba a su defensa, demasiado quebradiza para contener los ataques zaragozanos. Sobre todo cuando enfrente, en la dirección, se hallaba el ingenio de Pedro Llompart, quien volvió a ofrecer un curso maravilloso de baloncesto, con grandes lecturas ofensivas y 10 asistencias.


Pese a todo, el Baskonia nunca arrojó la toalla. Elevó su anotación en los últimos compases y a punto estuvo de recuperar el pulso. Goulding salió al rescate, pese a la oposición de Causeur, en la última acción del tercer acto (75-68). El australiano, que finalizó el choque con 17 puntos, volvió a exhibir su talento ofensivo. Pere Tomás, tras un rebote defensivo y una genial penetración, engordó la renta aragonesa en el cuarto definitivo. Después, un 3+1 de Jelovac (acabó con 16 tantos) pareció impulsar definitivamente al CAI (83-72) hacia la victoria, aunque el cuadro vitoriano se agarró al acierto de San Emeterio para seguir optando a la remontada. No lo consiguió porque el CAI, solidario y comprometido, también se desató en ataque con una con una facilidad escandalosa.