Forges, la sonrisa inteligente de cada día

Antonio Fraguas, ‘Forges’, se acercó a Zaragoza el miércoles con una maleta cargada de humor, "la defensa perfecta para todo y una herramienta fundamental para la vida", dijo. En el hotel Reino de Aragón se sentó junto a Mari Cruz Soriano y protagonizó una de sus ‘Charlas con valor’ acompañado de un público que abarrotó la sala y que disfrutó mucho haciendo tantas preguntas que no dio tiempo a responder todas.

El encuentro no pretendía diseccionar su última publicación, ‘El libro de los 50 años de Forges’, pero sus viñetas y su vida están tan relacionadas que las dos cosas confluyeron. Y puso ejemplos, como el de ese día que regresando a casa después de salir del cine frenó poco a poco al ver que en Cibeles el semáforo se ponía rojo. "En esas apareció un conductor con un deportivo, invadió mi carril, me adelantó y dio un frenazo brusco para ponerse delante. Esto no se queda así, pensé". Bajó del coche, tocó en su ventanilla y le dijo: "Me ha encantado la pasada que me has dado; que si me puedes firmar un autógrafo. Lo mejor de todo fue la cara que se le quedó al hombre".

Una buena fórmula para ahuyentar la mala leche, debió pensar el público sin dejar de reír. Entre otros, le escuchaban Raúl Marqueta, director territorial de La Caixa; el arqueólogo Manuel Martín Bueno; la cantante Corita Viamonte; el galerista Pepe Rebollo y el ex director de Televisión Española, Ramón Criado. En esta televisión, precisamente, trabajaba Forges cuando empezaron a circular sus primeros dibujos. El periodista José María Íñigo fue uno de los que ejerció de crítico. "Me decía que no siguiera por ese camino porque me iba a ir mal en la vida", recordó el humorista.

En el apresurado repaso que hizo de su vida y de su obra relató que tiene dos letras para el himno de España, una que incluye nombres de artistas, pintores y escritores de todos los tiempos, y otra con las provincias españolas. El asunto le dio pie para comentar "lo absurdo que es intentar levantar fronteras hoy en día cuando las fronteras están desapareciendo". También le sirvió para reflexionar sobre lo fácil que lo hubiera tenido Felipe V "si en vez de poner España hubiera puesto Españas".

La conversación fue derivando hacia otros derroteros. "Hace unos años teníamos ilusión y ahora qué tenemos", le cuestionó Mari Cruz Soriano. "Ahora tenemos internet –dijo Forges–, la ilusión la hemos delegado en las redes sociales". Para inmediatamente sugerir que hay que salir a la calle, "integrarse con la gente, en los bares, en el taxi o en el autobús; no hay que tener miedo de dar el palique".

La actualidad, inevitablemente, se coló en la tertulia en las referencias que hizo a la situación política, a la envidia o a la picaresca. El asunto del pequeño Nicolás le sirvió para confirmar la idea de que "la picaresca la hemos inventado nosotros" y de vez en cuando aparecen alumnos aventajados. Al respecto, inmediatamente le vino otra imagen a la cabeza, "la del día que un fontanero vino a casa a arreglar una avería y le pagué la factura con IVA; el hombre quiso hacerse una foto conmigo". En fin, que la gente disfrutó mucho.