En el sector de Alcañiz, que integra el norte de la provincia más la zona de Caspe (Zaragoza), se ha amortizado una plaza en Bordón, pero esta se ha quedado en Caspe. Lo mismo ha ocurrido con otros dos puestos en Muniesa y Mas de las Matas, que han ido a otros puntos de la provincia turolense. Sin embargo, otra plaza de Calanda ha pasado al centro de salud del barrio zaragozano de Miralbueno.

Fuentes médicas destacaron ayer que estos cambios han supuesto, no solo una pérdida de asistencia en el medio rural turolense, sino también un recorte de ingresos en la provincia procedentes del sector sanitario. Las mismas fuentes calcularon que, con la supresión de las 4 plazas de médicos de Atención Primaria, dejarán de llegar a Teruel anualmente alrededor de 200.000 euros, a razón de 50.000 euros por cada puesto de trabajo.

Por otro lado, también se ha amortizado la plaza de inspector de Farmacia que existía en Teruel, con lo que la ciudad se ha convertido en la única capital de provincia sin este puesto. La supresión, curiosamente, ha coincidido con la desarticulación de la mayor trama de exportación ilegal de medicamentos en España a través de boticas, tras la investigación abierta por el Juzgado número 3 de Teruel. La Gerencia ha pedido a la DGA que vuelva a crear la plaza.