Soria presenta un índice bajo de radicalización islámica, según el control de Interior

?El periodista Ignacio Cembrero desvela en un libro que el ministerio tiene 34.000 puntos vigilados, 127 en la provincia.

Mapa secreto elaborado por el Ministerio del Interior que muestra el índice de radicalización por provincias
Mapa secreto elaborado por el Ministerio del Interior que muestra el índice de radicalización por provincias

Soria se encuentra entre las provincias del país con menor riesgo de radicalización islámica, mientras que los mayores niveles se sitúan en el arco Mediterráneo (Barcelona, Murcia, Alicante, Valencia, Girona y Tarragona, por este orden) y Madrid.


Así lo desvela el periodista Ignacio Cembrero en su último libro, ‘La España de Alᒠ(La Esfera), presentado hace unos días, en el que ofrece nuevos datos sobre los casi dos millones de musulmanes que viven en el país. "A mí no me asusta que vengan los musulmanes y que su número siga creciendo. Creo que la llegada de inmigrantes es más una oportunidad que una amenaza: dinamiza y estimula al país receptor y es una pérdida para el país de origen", remarca Cembrero, periodista del diario El País durante más de 30 años, siendo corresponsal en Oriente Próximo, en el Magreb, en Bruselas y también se encargó durante años del seguimiento de la política exterior española. También ha sido coordinador de Meda Democracia, un programa de la Comisión Europea de apoyo a la sociedad civil en la orilla sur del Mediterráneo. Ha obtenido varios premios, el último al mejor corresponsal que otorga el Club Internacional de Prensa.


El libro incluye un mapa secreto elaborado por el Ministerio del Interior que muestra el índice de radicalización por provincias, con cifras hasta ahora inéditas, un fenómeno que en Barcelona supera los 6.000 conflictivos, el 18% de los aproximadamente 34.000 en todo el país, según revela el autor. En Madrid se concentra el 10% (cerca de 3.300) de estos puntos localizados por el Centro de Inteligencia contra el Terrorismo y el Crimen Organizado (CITCO), del ministerio, Soria, con 127 espacios, presenta uno de los índices de riesgo más bajos de que la población musulmana caiga en el radicalismo junto a Ourense (37), Lugo (40), Zamora (64) y Badajoz (101). Los posibles focos de extremismo son configurados por Interior en base a información como número de extranjeros, nacionalidades, edades, incidencias, detenciones, puntos de reunión... No obstante, apunta que estos lugares no significan ni mucho menos que exista riesgo de atentado.


El periodista asegura en su obra que la conflictividad de la comunidad musulmana no es alarmante. El peligro es más débil en España que en otros países europeos, indica. Aunque reconoce que en la periferia de Barcelona o en Ceuta y Melilla, el caldo de cultivo entre algunos sectores de la juventud musulmana sí es preocupante. Pese a la "baja intensidad" de la amenaza yihadista, las fuerzas de seguridad españolas "son hiperactivas", destaca. No en vano, España es después de Francia y Bélgica el país de Europa donde se han efectuado más operaciones antiterroristas. En 2015 se alcanzó un nuevo récord. También se ha instaurado un sistema de delación de sospechosos en el que se recibieron 1.500 denuncias en cinco meses, inédito en la UE porque puede ser anónimo.


"La causa de la radicalización es que las nuevas generaciones intentan resolver su problema de identidad, muchos no se sienten ni de aquí ni de allí, y lo único que les define es la religión", añade el autor, quien matiza que no asocia el Islam con el terrorismo, aunque opina que "los musulmanes deberían ser mucho más activos en el rechazo de la violencia". Bajo su punto de vista, el peligro que acecha a España está por ahora fuera, "fundamentalmente en el norte de África". "El mayor riesgo no está dentro" aunque, aconseja, "hay que seguir atentos".


El libro también muestra cómo muchos de los derechos de los musulmanes no se aplican en España. Cembrero denuncia la incapacidad del Estado y las comunidades autónomas en materia de educación religiosa, financiación, su baja participación en los procesos electorales o dificultades que hallan para abrir locales de culto.

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