El 29 de julio Soria ¡Ya! puso el grito en el cielo: las subvenciones de la Junta para contrataciones en obras del sector turístico y cultural sólo permitieron crear 23 empleos en la provincia. Soria había recibido apenas 230.000 euros de los cerca de 12 millones consignados por la Junta para el programa laboral destinado a municipios de menos de 5.000 habitantes y con más de cinco parados y diputaciones.

Fruto de su profundo malestar, la plataforma exigió explicaciones a través de una carta a la entonces vicepresidenta regional, Rosa Valdeón, en la que le acusaba de menospreciar a Soria. Dos meses tardó en contestar aunque su respuesta ha significado un giro total en la apreciación del colectivo. La plataforma descubrió con asombro que si no se concedieron más ayudas fue en gran medida porque los propios municipios sorianos ni siquiera las solicitaron. Para Soria ¡Ya! esta falta de interés o de conocimiento es injustificable.

Valdeón, en sus explicaciones a la plataforma, también en forma de misiva fechada el 30 de agosto, una semana antes de dimitir tras dar positivo en una prueba de alcoholemia, desvelaba que de los 53 pueblos sorianos que podían solicitar subvención por cumplir todas las exigencias, "sólo" lo hicieron 21, lo que supone, tal y como se indica en la carta, el 39,62%. Se trata, agrega Valdeón, de "el menor de los porcentajes de solicitudes" de las nueve provincias de Castilla y León. Un balance caótico a juicio del portavoz de la agrupación, Luis Giménez, quien tacha de inconcebible que los ayuntamientos declinen solicitar ayudas para crear empleo, aunque temporal, que ayude a mitigar la situación de necesidad en que se encuentran sus vecinos parados.

Según la información facilitada por la Junta a este medio, los pueblos que cursaron solicitudes fueron en realidad 22. Es decir, que otros 31 no lo intentaron pese a cumplir los requisitos. De las 22 peticiones, 13 resultaron rechazadas (Abejar, Alconaba, Almarza, Covaleda, Duruelo, Magaña, Matamala, Los Rábanos, Salduero, San Pedro, Santa María de Huerta, Valdeavellano y Vinuesa) y nueve aceptadas (Ágreda, Berlanga, Borobia tras reclamar, Cabrejas del Pinar, Langa, Medinaceli, San Esteban, San Leonardo y Tardelcuende) con un saldo total de 260.000 euros y 26 empleos. La Junta otorga 10.000 euros por contrato de jornada completa, generalmente para un periodo de seis meses, por lo que los pueblos no recurren a fondos propios.

Soria ¡Ya! pone el acento crítico en los 31 consistorios que no llegaron a cursar la demanda, acusándoles de falta de preocupación y de implicación para dar una oportunidad laboral a sus ciudadanos que se encuentran sin trabajo. Más si cabe cuando se trata de municipios que cuentan con trabajadores. "Estamos en Soria como para desperdiciar el dinero cuando hay posibilidad de recibirlo", lamenta. También responsabiliza a la Diputación, al entender "que no ha sido capaz de organizarse para asesorar y ayudar a los ayuntamientos a presentar las solicitudes". En este sentido, apunta que "estoy convencido de que algunos ayuntamientos ni se dieron cuenta de la convocatoria" cuando fue publicada por el Bocyl.

Por otro lado, Giménez acusa a la Junta de establecer unas condiciones "tan leoninas" que sólo 53 de los 182 pueblos de la provincia tenían opción de acceder y reprocha que haya rechazado 13 de las 22 solicitudes, "cuando Soria es la más necesitada" de la región.

Este periódico se ha puesto en contacto con varios alcaldes de los que no optaron a la convocatoria al objeto de conocer las razones. El de Arcos de Jalón, Jesús Ángel Peregrina, alegó que la línea "no cuadraba" en las necesidades del municipio, además de explicar que sí accedieron a "otras ayudas" también de la Junta "no de empleo sino de turismo". El de Ólvega, Gerardo Martínez, explicó que "habiendo una limitación presupuestaria" se rechazó para evitar que "otros municipios con proyección más turística que el nuestro se quedasen fuera". También detalló que Ólvega ha contado con un dinamizador turístico durante todo el verano, que ahora se ocupa de labores de promoción cultural y de la difusión "de nuestro patrimonio histórico-artístico". El de Navaleno, Paulino Herrero, es claro: "No nos enteramos de la convocatoria, nadie nos informó absolutamente de nada, y sí que nos hubiera gustado hacer una contratación porque hemos tenido necesidad". Benito Serrano y Juan Carlos Gonzalo, de Golmayo y Gómara, justifican su no solicitud en no disponer de una infraestructura turística del estilo de una oficina, un museo, un yacimiento o un centro de interpretación.