Solo la mitad de las empresas familiares sorianas llegan a la segunda generación

Estos negocios constituyen el 85% del tejido industrial de la provincia.

Concesionarios Untoria. Julián Untoria representa a la tercera generación. El negocio lo abrió su abuelo allá por 1945. Entonces era una tienda de bicicletas situada en la plaza Mayor. Cada relevo generó cambios.
Solo la mitad de las empresas familiares sorianas llegan a la segunda generación
Mariano Castejón

Los hijos no siempre salen a sus padres. Solo la mitad de las empresas familiares sorianas pasan de la primera a la segunda generación. Se trata de un dato común a todas las provincias que pone en relieve los problemas sucesorios y de organización interna que afectan a estos negocios. El 50% restante, de acuerdo con la consultora Unilco, "desaparece". A la tercera generación solo llega un 15% y a la cuarta, un "testimonial" 7%. La firma calcula que el 85% del tejido industrial soriano está compuesto por empresas familiares. "Las hay muy pequeñitas y muy grandes", explicó Manuel Baldelana, gerente senior de la consultora. La crisis las ha cambiado "bastante". "Ahora miran más hacia el exterior", comentó. Destacó, además, que "en las dos últimas décadas se ha hecho un esfuerzo extraordinario para profesionalizar la gestión y elevar el nivel de formación de sus miembros". Los problemas, no obstante, "siguen siendo los mismos". Quienes acuden a ellos lo hacen "casi a escondidas", sobre todo en ciudades pequeñas.


"Vienen con mucha delicadeza, contactan con nosotros a través de talleres y conferencias", admitió Baldelana. El paso de la primera a la segunda generación es, a menudo, fuente de conflictos. "Llevar un apellido no siempre implica ser el adecuado para tomar las riendas. A veces es mucho más recomendable contratar a un gestor externo que dejar la firma en malas manos. Si no, puede convertirse en una oenegé", explicó.


Trabajar en familia tiene sus pros y sus contras. "Los socios son los que son, gusten o no. En estos casos, es aconsejable no mezclar temas familiares y empresariales", expuso el gerente senior de Unilco. Preguntas como "¿quién será el sucesor?", "¿qué hacer si uno de los integrantes se quiere ir?" o "¿cómo despedir a un hermano?" requieren, muchas veces, de un protocolo familiar bien hecho, pero solo el 19% de los negocios tienen uno en condiciones. "Al redactarlo hay que hacer partícipes a todos los miembros. Si no, no valdrá para nada. A veces basta con conocer muy bien a los miembros de la familia y saber qué opinan de la compañía y del resto de integrantes. El conocimiento tiende a ser importante que el documento", justificó.


Los llamados "consejeros nocturnos" también han de tenerse en cuenta. "Se trata de los maridos y las mujeres. A veces crean problemas importantes", dijo. Las consultoras se centran en conocer a los empresarios y "buscar sistemas de desbloqueo". Hay negocios que llaman a sus puertas para "prevenir" y disponer de una solución automática cuando sea necesaria. "Los problemas nunca faltan. Si un socio se quiere ir y no puede suele convertirse en un socio muy molesto", manifestó Baldelana. Tener "un buen testamento" que "no genere discriminaciones" y "transmitir valores" que faciliten el consenso son, a menudo, las claves del éxito. Sin embargo, hay hijos que no quieren llevar la misma vida que sus padres, hecho que complica y mucho la sucesión. "Aunque hayan estado preparándose desde pequeños para trabajar en la empresa, los hay que no quieren saber nada de ella llegado el momento", apuntó. La solución, en estos casos, pasa por traspasar el negocio para evitar su cierre.


Cada compañía necesita "alguien que corte el bacalao". "Deben establecer requisitos de incorporación, puede que algunas personas no estén capacitadas", indicó el gerente senior. Las malas relaciones y los problemas del pasado tienden a dinamitar los negocios. "Ocurre en Soria, en el conjunto de España, en Portugal y en toda Sudamérica. Ninguna de las localidades en las que trabajamos se libra de ellos", aseguró. La provincia, no obstante, cuenta con ejemplos que demuestran que trabajar en familia es posible. Julián Untoria, propietario del concesionario que lleva su apellido, representa a la tercera generación.


El negocio lo abrió su abuelo allá por 1945. En sus inicios era "una tienda de bicicletas situada en la plaza Mayor", pero poco a poco fue creciendo hasta llegar a ser lo que es hoy. La empresa no tardó en pasarse a las motos y al automóvil. Con Julián se abrió a la multimarca y ahora trabaja con firmas como Ford, Jaguar, Seat o Yamaha. Él lleva allí desde los diecisiete años, aunque a partir de los diez comenzó a ayudar a su padre "todos los veranos". Cada relevo "generó cambios". "Cada cual piensa de una manera, pero el fin es el mismo", recordó Untoria.


En su caso, la continuidad está garantizada. Su concesionario será uno de los pocos negocios que llegará a la cuarta generación, ya que su hijo de 22 años trabaja allí desde hace, aproximadamente, doce meses. "Le gusta mucho, ambos queremos continuar con esto", reconoció. Aunque su momento tardará en llegar -Julián tiene aún 47 años-, anticiparse al relevo e ir de la mano "tiene sus ventajas". "Trabajas con sangre de tu sangre. Con un hijo no hay horarios ni malas caras, sé que él quiere lo mejor para el negocio y que hará todo lo posible por aprender", justificó.


Juan Pablo Rubio es la segunda generación del Grupo Rubio, conglomerado que incluye Transportes Rubio, Bricomat y Funerarias Moncayo. Trabajar en familia "no siempre es fácil". "Siempre estamos juntos, tanto para lo bueno como para lo malo", indicó. La empresa, fundada por su padre, es ahora cosa suya, de su madre y de sus tres hermanos. El Grupo "tiene presencia en Ólvega y en Ágreda". El relevo fue "bastante sencillo", ya que disponían de un "protocolo organizativo". El texto, además, de decir quién toma las decisiones y cómo, restringe el acceso a otros familiares "a no ser que prueben sus cualidades". Llegado el momento, seguirán "la misma tónica" con la tercera generación.Taller ‘familiar’ en febrero

En febrero, la Federación de Organizaciones Empresariales de Soria, FOES, organizará un taller junto a Unilco en el que se abordarán ‘Los diez puntos fundamentales para el éxito de la empresa familia’. En él se tratarán, entre otras cuestiones, "las equivocaciones de los que les hicieron triunfar". La charla incluirá, además, una presentación de un caso práctico real y una entrevista a un empresario familiar. Irá dirigida a "padres, hijos, hermanos, primos, cónyuges y otras personas que estén involucrados en la propiedad del negocio o en su día a día", y a quienes formen parte de esa familia. Los ponentes indicarán "cómo establecer estructuras, políticas claras y sistemas que garanticen el funcionamiento exitoso de la compañía sin necesidad exclusiva de la dirección del fundador".