Tomás Navarro, el trotamundos de Mainar que recorre en autobús Europa y Asia para terminar en Australia, ya ha salido de Irán. Si Teherán le dejó un sabor amargo por el caos de la ciudad, todo lo contrario le pasó con Isfahán, también en Irán. “Me he encontrado con una ciudad limpia, ordenada, menos ruidosa, paseos con flores y fuentes y, sobre todo, calles llenas de árboles a ambos lados. Es una delicia”, afirma. Este aventurero llegó el pasado jueves a Karachi (Pakistán). “Conozco muchas ciudades, pero no recuerdo ninguna con tanta contaminación”, destaca Tomás, que se ha topado de cerca con otra cruda realidad, la de los casi mil muertos y cientos de miles de damnificados por las inundaciones de estos días.

En Karachi, aprovechó para visitar el mausoleo Quaid-e-Azam, donde se quedó sorprendido por los muchos ciudadanos que querían hacerse fotos con los extranjeros. Y siguiendo su ruta, Tomás llegó el lunes a Lahore. “Aquí muchos viven de la agricultura. Se cultiva algodón, arroz, caña de azúcar, maíz, plátanos y todo tipo de hortalizas”, explica Tomás, quien cuenta, además, que él y sus compañeros de viaje van ahora escoltados por una patrulla de policía. “A veces, incluso, una delante y otra detrás. En todos los hoteles hay varios policías que no nos dejan salir a la calle”, relata. “Pero es por nuestra seguridad”.