PREMIADOS

Unos tunos con más laureles que clavelitos

La Tuna de Ingenieros Industriales de Zaragoza no para: ocho premios en los dos últimos certámenes a los que ha ido.

Así de contentos posan estos tunos zaragozanos. Lógico, con la de galardones que consiguen últimamente.
Unos tunos con más laureles que clavelitos

Afirman sin reparos que tienen las mejores panderetas. Y lo suyo no son los villancicos ni la fabricación de instrumentos, sino la tuna. La de Ingenieros Industriales de Zaragoza. Aunque suene a choteo, tienen razón. Porque, a cada certamen al que acuden, vuelven cargados de galardones. En el último, el 23 de abril en la Universidad de La Laguna, se llevaron tres: primer premio, mejor solista y panderetas, claro. "Hay otras formaciones, como las portuguesas, que bailan muy bien la pandereta. Pero nosotros la fusionamos con la jota", explica Eliseo Pérez, uno de los dos solistas de la tuna, donde le llaman 'Caín'. En la anterior convocatoria a la que se presentaron, en noviembre en Alcalá de Henares, se hicieron con cinco de las seis condecoraciones otorgadas.


Y eso que tampoco se pegan el día ensayando? "No hay manera de quedar. A lo mejor nos va bien porque, sin ensayos, tampoco hay roces", bromea Eliseo. No es el único secreto de su éxito. "Otros son perfectos vocalmente, pero nosotros involucramos al público", explica Santiago Santos, 'Moncalvillo' para sus compañeros. En lo que todos están de acuerdo es que han logrado premios sin sobornos?


Su intención, aun así, no es llenar la vitrina de trofeos. Más que amigos, son un clan: en sus filas hay dos parejas de gemelos y hasta cuatro hermanos de la misma familia. "Nuestra madre es una santa", admite Carlos Gil, 'Saleroso' en el grupo. Muchos llevan 20 años en la tuna, y se siguen reuniendo en fechas como el Pilar o San José, cuando quedan compañeros de todas las generaciones. "Hasta gente de 60 años que se enfunda el traje aunque casi no le quepa", informa Carlos Sacristán, 'Injusto' para sus compañeros. Pero tienen una motivación adicional: "Lo más importante es que, cuando vamos a cualquier sitio -y han ido a casi todos los continentes, desde Moscú a Sudáfrica o Los Ángeles-, todo el mundo sabe que los de Zaragoza han estado", se felicita Carlos Gil. Normal, ya que incluyen 'Gigantes y cabezudos' en su repertorio y, durante años, han repartido entre su público adoquines o cachirulos.


La mayoría empezó en esto en la Universidad, pero, hoy, la cosa ha cambiado. Casi todos tienen familia y reconocen que sus parejas son comprensivas. Son buenos en eso de derribar tópicos. "Hemos hecho mucha obra social gratis, esto no es solo ir a bodas y ligar -desmitifica Eliseo-. Ligar venía si había suerte? y te lo habías ganado".


Hoy, no piden tanto. Se conformarían con que hubiera más universitarios interesados en la tuna y con que las instituciones les apoyaran en la organización de un certamen internacional en Zaragoza. "Lo pedimos para la Expo, y acabamos actuando? ¡para el pabellón de Portugal!", se quejan. "Casi todas las ciudades tienen un encuentro anual y nos gustaría devolverles la invitación". Y más si, cada vez que salen, se traen premio?