DROGAS

Unas 'sales de baño' que enganchan

'Ola de marfil', 'Cielo de vainilla', 'Bendición' o 'Relámpago blanco' son algunas de las etiquetas con las que se denomina una gama que promociona un rato de inofensiva relajación en el cuarto baño.

Las autoridades de varios estados de EE. UU. han declarado la alerta ante una nueva droga tan potente y adictiva como la metanfetamina: una sustancia química que se vende camuflada como sales de baño y cuyo efecto alucinógeno llega incluso a inducir al suicidio.


'Ola de marfil', 'Cielo de vainilla', 'Bendición' o 'Relámpago blanco' son algunas de las etiquetas con las que se denomina una gama que promociona un rato de inofensiva relajación en el cuarto baño y que se está convirtiendo en un verdadero dolor de cabeza para las autoridades de la Agencia Antidrogas de Estados Unidos (DEA, por sus siglas en inglés).

Como la cocaína sintética

La culpable es la metilendioxipirovalerona (MDPV), una sustancia de aspecto y efecto similar al de la cocaína sintética que se comercializa desde hace meses envasada en paquetes de sales de baño, convertidos en baratos sustitutivos para antiguos adictos a otras sustancias estupefacientes.


Una vez fumada, esnifada o inyectada, la MDPV afecta a los neurotransmisores del cerebro y provoca un agudo síndrome de dependencia, además de alucinaciones, paranoia, aceleración del ritmo cardíaco y pensamientos suicidas.


La alarma ha llegado hasta la oficina del gobernador de Luisiana, Bobby Jindal, quien este mes logró ganar su batalla personal contra la sustancia y prohibir su venta en todo el estado, así como todas las sales de baño que la contengan.


Desde finales de septiembre, el Centro de Control de Envenenamiento de Luisiana ha recibido 165 llamadas de personas que sufrieron una crisis tras adminsitrarse la sustancia, según la oficina del gobernador. En uno de los casos, un joven que había esnifado las sales durante varios días se hizo un profundo corte en la garganta que dañó varias arterias principales y a continuación se suicidó con una pistola.

En Misisipi, el ex adicto al crack y a la heroína Neil Brown se hizo cortes en la cara y en el estómago tras drogarse con las sales, que le produjeron «unas alucinaciones tan terroríficas» que decidió escribir a un periódico local para advertir a la gente de que no probara la sustancia.


El origen de la moda no está claro, pero en los últimos meses las historias como la de Brown se han repetido en unos 25 estados del país, entre ellos Florida, California y Nevada, según la oficina de Jindal.

Venta sin controlar

Aunque los legisladores de los estados de Misisipi y de Kentucky están considerando unirse a Luisiana y vetar la sustancia, la prohibición a nivel federal podría llevar años, si se siguen los plazos establecidos por la Agencia Antidroga para estos casos.


El gran obstáculo para la agencia estadounidense DEA es que la MDPV no se fabrica para consumo humano, por lo que su venta no está al alcance del control que establece el Gobierno federal.


Por otra parte, mientras los paquetes de 'Nube 9' y 'Huracán Charlie' sigan siendo legales, los adictos a sus efectos solamente podrán ser procesados por una causa: alteración del orden público.

Víctimas colaterales

En medio del revuelo, no faltan quienes se preguntan si las sales de baño que realmente se emplean para su uso original, y cuyos beneficios para la piel y la circulación sanguínea tienen aún muchos adeptos, serán víctimas colaterales de la prohibición de la metilendioxipirovalerona.


Por el momento, no obstante, parece que la composición natural de la mayoría de las sales utilizadas para aromaterapia las salva de la caza de brujas contra la MDPV, transformada para muchos en una versión «refinada» de la vieja moda de esnifar pegamento.