Mercedes Milá nunca pasa desapercibida. Y menos con los modelos que luce en 'Gran hermano'. Si en anteriores ediciones se atrevió con los trajes regionales o con vestidos de frutas y verduras, este año decidió dejar su 'look' en manos de jóvenes estudiantes de moda. Y, la última gala, la encargada de semejante fin fue una montisonense, Ana Cristina Pascual, alumna de la Escuela de Imagen y Diseño de Barcelona.

Sus amigos y familia en Monzón la animaron a participar, igual que su profesor de Alta Costura. Y su boceto, con un traje lleno de bolas de poliespán, llamó la atención en Telecinco. «Me inspiré en la década de los cincuenta, que me encanta. Y, como quería algo diferente, busqué un acontecimiento importante de la época. Entonces, se descubrió la estructura helicoidal del ADN y, a partir de ahí, cree el boceto», cuenta la autora. La estilista de la Milá en Telecinco, Mayte Méndez, recogió el guante: «Me gustó mucho. Además, favorecía a Mercedes que, cuando va de blanco, transmite mucha luz».

En noviembre, la cadena le pidió una prueba y, después de Navidad, le aseguraron su participación en el concurso. Pero el mayor desafío llegó el pasado jueves, cuando Ana Cristina tuvo que presentarle personalmente su proyecto a la periodista, vestirla y aparecer en la gala ante los tres millones de fieles de 'G. H.'. «Estaba muy nerviosa, pero la experiencia fue muy buena».

Y eso que la noche empezó con mal pie. Enfrentarse a Milá no siempre es fácil. «Me preguntó si la veía guapa con su traje. Yo soy muy tímida y le respondí: "Bueno?". Y fue un shock. Se enfadó, elevó la voz? Y pensé: "En qué me he metido? ¡y con quién!". Luego te das cuenta de que es muy espontánea y no lo dice de forma negativa». Es más, cuando le dio paso en el programa, estuvo de lo más cariñosa. «Me cogió de la mano y me dio mucho apoyo, porque yo estaba aterrorizada. Es una gran profesional, con mucho arte. Y toda la gente de producción me trató genial», agradece Ana Cristina.

Eso sí, de lo ocurrido en el 'reality' no puede aportar excesivos datos. No es seguidora habitual y reconoce que le impactó. «Me quedé flipada, igual que mis padres. Lo que sí te puedo decir es que ahí no hay guión: la gente se enfada o ríe de verdad», descubre. A pesar de la experiencia, no se ve en la tele. De hecho, no sabe bien por dónde tirar. Aún le queda un año para terminar su grado de Moda y, aunque en el futuro le gustaría crear su propia marca de ropa, no descarta abrirse al mundo de la ilustración o al diseño para el hogar. No sin antes cumplir con los compromisos adquiridos en su Monzón natal. «Tengo una larga lista de amigas que me piden un vestido. Pero, de momento, tengo muchos proyectos», se disculpa. Por ejemplo, el blog en el que comparte su visión de la moda, cucharitademiel.blogspot.com, donde, más que rostros catódicos, aparecen alfombras rojas y desfiles. «Me interesan más, porque las presentadoras suelen ir muy recatadas», justifica.

El boceto. «Mi diseño era complicado y hubo que retocarlo. Si no, Mercedes no habría podido moverse por plató», explica Ana Cristina.