CONGRESO

Una noche de época en El Ciclón

El Pasaje del Comercio y la Industria fue escenario ayer de una cena/recreación que evocó el ambiente de una farmacia

La recreación del ambiente fue tan minuciosa que las mesas fueron atendidas por personal ataviado de época.
Una noche de época en El Ciclón
CARLOS MONCÍN

Hubo quien pensaba que se trataba de una exposición, o incluso la filmación de un anuncio publicitario. Pero no, lo que se vivió ayer en El Ciclón, el Pasaje del Comercio y la Industria, fue un acontecimiento poco visto en la ciudad: una cena/recreación, organizada en el marco del Congreso Nacional de la Sociedad Española de Farmacia Hospitalaria. Una empresa farmacéutica contrató a la firma catalana Trilope, especializada en la organización de eventos, para preparar una cena especial durante el congreso.

 

"Hemos estado trabajando en esto durante tres meses -señalaba ayer Cristina Estarelles, de Trilope-. Buscábamos un escenario especial, y cuando vi el pasaje me enamoré. No entiendo cómo Zaragoza puede tener un espacio así prácticamente abandonado a su suerte. Posee un encanto arquitectónico increíble". La empresa organizadora del evento realizó una limpieza a fondo de todo el pasaje, repuso algunos elementos decorativos rotos por los gamberros, como las tulipas de cristal de la iluminación, y ambientó el recinto como si fuera una gigantesca farmacia de principios del siglo XX.

 

"Muchos de los elementos que se muestran aquí -asegura Cristina Estarelles-, provienen del Museo de la Farmacia Catalana". Un gramófono y una caja registradora antigua convivían pacíficamente con un mueble modernista único en su especie o una máquina antigua de fabricar grageas. De fondo musical, música alemana remasterizada de tal modo que parecía fluir de una gramola.

 

Ciento veinte comensales disfrutaron de la velada, que estuvo amenizada por cuatro cantantes del Liceo (Xavier Fernández, Francisco Javier, Alicia Ferrer y Toni Marsol), que actuaron acompañados de Olga Kharitonina (piano) y Ester Vila (violoncelo). Y, ¿qué cantaron? Pues, cómo no, una versión de 'L'elisir de amore', de Donizetti.

 

Ciento veinte comensales disfrutaron del menú, servido por Guian Catering: ensalada de rúcula sobre tomate confitado, carabineros a la plancha y dados de langostinos con vinagre de Jerez; ternasco deshuesado acompañado de berenjena, cremoso trufado y verduritas a la plancha; torrija al vino tinto con chocolate y helado de romero y limón; rocas de almendra y chocolate, y café. Es de suponer que, por la naturaleza de los comensales, no hubo problemas para conseguir sal de frutas.