CIENCIA

Una molécula "da cuerda" al reloj biológico del cuerpo humano

¿Por qué nos cambia el sueño al trasnochar? ¿Qué hace que nos acostumbremos a un nuevo horario tras el 'jet lag'? Científicos británicos han descubierto al pequeño relojero que habita en nuestro interior, un compuesto llamado "CAMP".

Una pequeña molécula podría estar a cargo de hacer caminar al reloj biológico que llevamos en el cuerpo según revela un grupo de científicos británicos. Se trata de un compuesto común, llamado "CAMP", que según los investigadores está involucrado en mantener el ritmo de nuestro ciclo biológico.

 

El hallazgo -en estudios con ratones- fue llevado a cabo por en el Laboratorio de Biología Molecular del Consejo de Investigaciones Médicas del Reino Unido. Los científicos esperan que este descubrimiento conduzca al desarrollo de medicamentos que efecten la cAMP. Esto, dicen, podría ayudar por ejemplo a que los trabajadores de turnos nocturnos, viajeros frecuentes de largo trayecto o personas con trastornos de sueño, "reajusten" su reloj corporal.

 

Todavía, sin embargo, faltan muchas más investigaciones para lograrlo, afirma el estudio publicado en la revista Science. Ritmos. El reloj interno del cuerpo es un mecanismo extremadamente susceptible que puede anticipar los cambios en el medio ambiente y regular varias funciones corporales. Estas van desde patrones de sueño hasta procesos de metabolismo y de conducta. Son los llamados "ritmos circadianos", los actividad biológica que ocurre en un ciclo de 24 horas, y se ha demostrado que cuando éstos son interrumpidos pueden provocar insomnio, depresión, enfermedades cardiacas, cáncer y trastornos degenerativos.

 

Cuando se inicia el ciclo -o día- circadiano, los genes se "encienden" para producir proteínas que a su vez son las encargadas de "apagar" esos mismos genes al final del día. Las proteínas se descomponen durante la noche circadiana y todo el proceso comienza otra vez durante la mañana. En la nueva investigación los científicos descubrieron que la cAMP no sólo ayuda a regular la producción de estas proteínas sino que su propio ritmo está también regulado por esta "curva". En los experimentos con células en el laboratorio los científicos iluminaron a las proteínas para poder monitorear más fácilmente los ritmos circadianos.

 

De esta forma, dependiendo de cuánta proteína estaba presente se sabría cuál era la actividad de la cAMP. Los autores descubrieron que los ratones que por una peculiaridad de la genética tenían un reloj biológico de 20 horas, podían reajustar su ciclo a 24 horas utilizando compuestos que, se sabe, pueden atrasar la actividad de la cAMP. "Lo más emocionante de la cAMP es que puede controlarse fácilmente con diferentes medicinas y compuestos", afirma el doctor Michael Hastings, quien dirigió el estudio.

 

Según el doctor Hastings, el Consejo ya ha solicitado una patente del compuesto para desarrollar formas de manipularlo para que tenga un efecto en reloj biológico. Pero agrega que el desarrollo de cualquier fármaco toma entre 15 y 20 años de ensayos antes de que esté disponible para uso humano. Además, afirman los expertos, no se conocen los riesgos de los métodos que hasta ahora han intentado regular el sueño, por lo cual todavía deberán superarse muchos obstáculos.