HUMOR

Un profesional en hacer la risa

El humorista zaragozano Diego Peña debuta el mes que viene en Paramount Comedy y actúa el viernes en la Sala Mozart junto a Leo Harlem.

Diego Peña, helado en la tarde de ayer. Pero riendo, claro.
Un profesional en hacer la risa
ARANZAZU NAVARRO

Lo suyo es hacer la risa. Hacerla, mediante los monólogos que escribe, y provocarla también. Algo que le sale natural, porque, aunque sea un topicazo, fue el graciosete de clase. «Sí, imitaba a los profes, me sacaban a contar chistes? A los que no les hacía gracia era a mis padres», reconoce. Cuando preguntaban al pequeño Diego Peña qué sería de mayor, contestaba sin vacilar: payaso. Y, tras los 'mamá, quiero ser artista' de rigor, por fin dio el paso y decidió dedicarse a una difícil profesión: el humor. «Fui a la universidad, pero cuando me dijeron que había que pagar? La comedia es un trabajo duro, pero ¡alguien tiene que hacerlo!», se escuda.

Hoy, lleva ya casi diez años como profesional. Y sus padres, tan contentos. «Son fans, aunque mi padre me reprocha que digo muchas palabrotas. Pero son exigencias del guión», justifica.

Por Aragón, se ha recorrido cien y un garitos. «He actuado en las tres provincias reconocidas, y también en las otras tres: Cambrils, Salou y La Pineda», suelta. En los últimos meses, se ha lanzado al resto del país y su nombre empieza a encontrarse al lado de grandes de la carcajada, como Joaquín Reyes o Chiquito de la Calzada, al que tuvo el placer de telonear en Zaragoza. Y ahora se suma Leo Harlem, el de 'El club del chiste', con el que actúa este viernes, en la Sala Mozart, a las 22.00. Una noche en la que, adelanta, tendrá mucho que decir. «¿Daremos roscón de San Valero? Es una incógnita. Lo que es seguro es que habrá sorpresa. Yo ya aviso que voy a hablar de mis traumas, por ejemplo, no haber podido ser Miss España».

Lo siguiente será su debut en Paramount Comedy, la cadena dedicada al humor de donde salieron Ángel Martín o Dani Mateo, el próximo 4 de febrero. Un paso más que le hace sentirse como si hubiera ganado la Liga. «Solo haber grabado mi monólogo ya me parece alucinante». Además, acaba de incorporarse como guionista a 'Y en el fondo norte' de Aragón TV, y se ha sacado de la manga -y de la cabeza- un espectáculo teatral, 'Esquizopeña', que ya presentó en Periferias, y con el que girará este año. «Es un espectáculo de personajes, de sketches? Unos con mímica, otros musicales? Oye, y ¡qué difícil es rapear! Pero, mira, muchos músicos también hacen la risa, estamos en paz», ironiza.

Normal, porque la ironía es marca de la casa. De hecho, cree que, de existir un humor aragonés, esa sería su definición. «Los aragoneses tenemos un sentido del humor muy somarda, de decir las cosas como de soslayo», defiende Diego, que pone buena cara tanto a las bromas de sal gorda, como a los más refinados dobles sentidos. Y así, admira, tanto a Faemino y Cansado, Tip y Coll y Tricicle, como a Julián López o José Juan Vaquero, de 'El hormiguero'. Sin olvidar, por supuesto, a Paco Martínez Soria o Marianico. «¡Le compré un piso a la hija de Marianico!», espeta, cuando le preguntas por él. Ya cuando se pone serio, si es que eso es posible, le echa unas flores: «No hay más que ver su trayectoria. Y sigue llenando cada Pilar. Ojalá llegue a sus años con el trabajo que ha tenido? y lo buena gente que es».

De momento, ahí sigue, inspirándose en la calle, en conversaciones y letreros, para elaborar sus textos. «No me siento a escribir. Apunto todo en una libreta y, cuando la lleno, meto todo en un monólogo», cuenta. Y cuidado con no pasarlo bien en uno de sus 'shows', porque tiene una técnica para evitarlo. «Si veo que alguien está serio mientras actúo, empieza 'Diego Peña 2: la venganza', un duelo de miradas hasta que consigo que se rían». Y, si no, siempre puede recurrir a sus clásicos. «Me funcionan bien las imitaciones, puedo hacer de móvil en una biblioteca o de velociraptor. ¡Y me mimetizo mucho! Si no, Falete y Belén Esteban no fallan, son iconos», concluye.