HERALDO ABIERTO

Un Phantom del Ejército "aterriza" en el jardín de una casa de Movera

Alejandro Bescós tiene un Phantom cedido por el Ejército del Aire en el jardín de su casa en Movera. Su intención es rendir un homenaje a su hijo a través del avión con el que siempre había soñado

Alejandro Bescós, vecino de Movera, tiene un Phantom, un avión militar que pertenecía al Ejército del Aire Español, en el jardín de su casa en el barrio rural de Zaragoza.


Se trata de un obsequio, "un regalo muy original, pero es que tengo muy buenos amigos", cuenta Bescós. Sin embargo, el curioso presente obedece a un motivo. Con él Bescós quiere rendir un homenaje a su hijo pequeño, Jesús, fallecido en un accidente aéreo en Gabón, África, en 1998.


"Mi sueño y el de mis hijos siempre fue volar", recuerda. Su hijo pequeño adoraba el modelo Phantom, un avión militar que llegó a España en 1971 y ha quedado para la historia como un mito de la aviación militar. "Todo el que ha tenido la oportunidad de pilotar uno se ha sentido orgulloso", recalca Bescós.


Llevaba mucho tiempo pensando cómo rendir un homenaje a su hijo hasta que hace tres años tuvo una inspiración y se decidió a pedir el favor al Ejército. Gracias a una amistad consiguió salvar un Phantom del desguace para construir un monumento a la memoria de su hijo y en honor del Ejército del Aire Español ya que "se han portado de una forma espléndida cediéndome el avión".


Mediante una grúa, el Phantom se colocará sobre una estructura, que ya está construida en el jardín, para simular que surca el cielo. Debajo irá una placa con la leyenda: "En honor al Ejército del Aire" y "A la memoria de Jesús Bescós 20/03/2008". "Siempre me ha gustado pensar que cuando me subiera ahí arriba, dentro del avión, me sentiría más cerca de mi hijo".


Buenos amigos


"Si de algo puedo presumir en la vida es de mis amigos y de mi familia", afirma orgulloso Bescós, pues han sido sus amistades quienes le han facilitado la tarea de llevar el avión desde la base militar de Torrejón, en Madrid, hasta el barrio rural de Zaragoza. "Cuando supieron para qué lo quería, se ofrecieron voluntariamente a traérmelo", y así Transportes la Pilarica se ha encargado de llevar el Phantom, en un camión, hasta el jardín de Movera de forma totalmente gratuita.


La familia tampoco debe preocuparse por la grúa que colocará el avión sobre la estructura, "también es un regalo. Tengo unos amigos muy nobles", indica.


De lo único que debe hacerse cargo Alejandro Bescós es de arreglar las alas porque "le cortaron los planos para que cupiera en el camión". Hay que volver a colocarlos en su lugar y hacer unos pequeños retoques para que no se noten los cortes.


El sábado pasado, el Phantom llegó a Zaragoza superando todas las dificultades que surgieron en su recorrido. "¿Has visto alguna vez lo estrechas que son las calles de Movera?", indica el hermano mayor de Jesús, Alejandro. "Apenas quedaban unos centímetros por cada lado entre el camión y la pared", explica. "Fue como si estuviera pasando una marcha ciclista. Todos los vecinos salieron a la calle para verlo -añade divertido el padre-. Decían que habían visto muchos aviones en el cielo, pero ninguno dentro de un camión yendo por la carretera".


Bescós se siente feliz de haber conseguido el avión. Confiesa que no ha resultado fácil y que, a pesar de que se quedará en el jardín de su casa, "pertenece legítimamente al Ejército del Aire". "Se trata simplemente de una formalidad", insiste, pero en el contrato de cesión está estipulado que en caso de que fuera necesario, las Fuerzas Armadas podrían recuperar el Phantom. Sin embargo, este vecino está convencido de que nunca llegará a producirse esa situación.