ESPECTROS POPULARES

Un paseo por rincones fantasmagóricos

En Aragón abundan lugares con una fama ligada a las experiencias paranomarles. Las ruinas de Belchite y sus psicofonías cautivan hasta a artistas actuales como la norteamericana Lydia Lunch.

El músico danés Jacob Kirkegaard realizó grabaciones en als ruinas de Belchite
Un paseo por rincones fantasmagóricos
LYDIA LUNCH

Todos estamos acostumbrados a las rutas turísticas a museos, palacios, grandes monumentos, parques naturales... Una por las casas encantadas, por esas donde cuentan que se oyen ruidos y sonidos extraños inexplicables que se atribuyen a fantasmas, ¿es macabra, o es meramente curiosidad? Simplemente puede tratarse de otra forma de viajar por Aragón. No hace falta creer en esos fenómenos ni ser escéptico, simplemente dejarse llevar por la imaginación. "Cuando hay una creencia popular más o menos difundida es porque en algún momento debió surgir por algo concreto y, si perdura en el tiempo, es lo que cuenta", asegura el escritor Alberto Serrano Dolader, que ha recopilado cientos de historias.


Hay muchos relatos de fantasmas en Zaragoza (como en cualquier ciudad), pero en pocos hay un testigo con nombres y apellidos que da fe de haberlos escuchado. Ya va para 76 años que no se oyen voces en la famosa Casa del Duende, en la esquina de Gascón y Gotor y Juan Pablo Bonet. Arturo Grijalba, aquel niño que habló con él, recordaba en 2008 con 78 años en una entrevista en HERALDO como si fuera ayer que aquella "casa parecía una verbena". La voz dejó de dar mal un día de 1935 y dejó paso a las especulaciones.


Prácticamente desconocido es el rumor sobre los crujidos y lamentos que dicen se oían antaño en el convento de San Agustín y hoy en el Centro de Historia, al parecer, desde la batalla de Los Sitios. "Dicen que se sentían sobre todo en la zona que ocupa el actual restaurante, a mí me ha llegado el runrún, pero nada más", comenta Alberto Serrano. Ni los actuales gestores del establecimiento ni vecinos del barrio pueden dar alguna referencia sobre este caso, del que no tienen ni noticias. Más populares, aunque las referencias a este suceso paranormal sean vagas y no procedan de fuentes directas, son las experiencias espectrales de la calle Alfonso que hablan de esa ropa que aparecía desordenada en los antiguos almacenes, la mujer que se paseaba por la noche entre las perchas y las bajadas de temperaturas.


Del fantasma que habitaba en la desaparecida Torre Nueva hay referencias en el Archivo Histórico Nacional. "Tuvo su apogeo en el siglo XVII y ha trascendido que, de alguna manera, era capaz de hacer realidad sus maléficos pensamientos si los hacía coincidir con el tañido de las campanas", relata Serrano Dolader. Dicen que la habitación 510 del antiguo hotel Corona de Aragón está embrujada, así se ha escrito como leyenda urbana, pero no ha pasado de allí.


En muchas localidades circulan relatos sobre espíritus que más de una vez han animado un fuego de campamento. La tragedia de Celina, una institutriz que murió ahogada junto a las dos mellizas que cuidaba, hijas de los condes de la Viñaza, está arraigada en el albergue del Pueyo de Jaca (Huesca). De hecho, los chavales que pasan por el alojamiento la conocen en esa noche del miedo que se organiza como actividad. En cualquier caso, Roberto Benito, director del albergue -conocido como Quinta Vista Alegre- está convencido de que en esta mansión "algo pasa y hay gente de aquí que lleva tiempo que lo ha experimentado". El listado de casas encantadas resulta interminable: la torre de doña Blanca en Albarracín, el sanatorio de Agramonte, la ermita de Cigüela en Torralba de Ribota...