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Un paseo de bache en bache

Asfalto en mal estado en el paseo de María Agustín
Un paseo de bache en bache
JOSÉ MIGUEL MARCO

Conducir por el centro de Zaragoza puede ser una auténtica odisea. Las horas punta, las obras, los atascos y, por si fuera poco, los baches. El asfalto de alguna de las principales calles de la ciudad presenta un estado lamentable, plagado de agujeros e irregularidades. Pero parece que, de momento, los conductores van a tener que aprender a convivir con estos obstáculos, porque este año la ciudad se ha quedado sin su cita con la tradicional operación asfalto.


Muchas de las calles cercanas a los accesos a la ciudad se hicieron nuevas con motivo de la Expo y presentan un aspecto uniforme. Pero al llegar al centro la situación cambia. El paseo de María Agustín, Cesar Augusto, la avenida de Navarra, la de Madrid... Conducir por alguno de sus carriles supone un continuo traqueteo a prueba de amortiguadores.


Una de las zonas más castigadas son los carriles destinados a autobuses y taxis. Según explican desde la Asociación Provincial del Auto Taxi de Zaragoza, el peso de los vehículos, especialmente de los autobuses, hunde el asfalto y es una de las principales causas de la aparición de los baches. "En Zaragoza es un problema bastante extendido", explica Manolo, que lleva 7 años al volante de su taxi. El profesional se queja de que esta situación incomoda su trabajo: "Estropea mucho los coches y también provoca desgaste físico en los conductores, que trabajamos entre diez y catorce horas al día". Su compañero Alberto recuerda que también genera molestias para los clientes: "Hay zonas en las que se quejan y me piden que vaya más despacio por los baches".


En ocasiones, la tradicional manera de arreglar los baches, el parcheo, más que ser una solución, agrava el problema. El asfalto nuevo no suele quedar nivelado con el trazado antiguo sino que forma una especie de abultamientos. Además, según señalan desde la asociación, "un parche dura entre dos y tres meses". Y añaden: "Al cabo de ese tiempo se levanta por el continuo paso de los coches".


Un ejemplo: el tramo recién inaugurado de la avenida de Madrid. Solo han echado asfalto sobre las franjas abiertas para cambiar las tuberías. El resultado son unas elevaciones de extremo a extremo de la carretera que los coches tiene que superar. El presidente de la Federación de Asociaciones de Barrios de Zaragoza, Miguel Ángel Mallén, denuncia esta situación: "Por las noticias que nos llegan no van a asfaltarlo todo, solo las franjas abiertas y así, queda un trazado muy sinuoso".


Este caso es especialmente llamativo porque es una zona que todavía se encuentra en fase de obras, pero no es el único. Rafael Tejedor, de la asociación de vecinos del Arrabal, enumera alguna de las calles más problemáticas en su zona: Matheu, Baselga, Mosén Domingo Agudo y Palencia. "Excepto la calle de Mariano Baselga, por la que pasan autobuses, son zonas de tráfico interno y los problemas que tenemos se deben al parcheo", señala.

Sin operación asfalto

Pero este año ni siquiera va a llevarse a cabo la operación asfalto. La última tuvo lugar en mayo de 2008. Como ya adelantó HERALDO, este año las obras del Plan Estatal del Inversión Local, que suponen la renovación integral de 39 calles, han desplazado la tradicional cita con el asfalto. Aunque el Ayuntamiento recordó que hay labores de mantenimiento de forma continua y que al año que viene se retomará la operación.


Pero el presidente de la asociación de vecinos del Picarral, Juanjo Jordá comenta que entonces habrá que hacer una operación doble o "incluso más". Hasta entonces habrá que esperar y aguantar el traqueteo.