INFANCIA

Un niño muere cada tres segundos por causas evitables

La dramática situación de los países más pobres se agrava con la crisis económica, denuncia 'Save The Children'. La organización humanitaria premia a Nadine Gordimer, Pedro Alonso, Dominique Lapierre, Muhammad Yunus y la reina Noor de Jordania.

Cada tres segundos un niño muere en el mundo por causas evitables. Cada año son diez millones las criaturas de menos de cinco años que pierden la vida por enfermedades como el sida, la malaria, el sarampión, las diarreas o la pulmonía, cuya prevención es relativamente barata. El 99% de estas muertes se producen en países en desarrollo que ven agravada su dramática situación por efecto de la crisis económica. Son situaciones y cifras estremecedoras que recoge el informe 'Salvar vidas en tiempos de crisis' de Save The Children. Una organización que lleva 90 años luchando contra la miseria y la mortalidad infantiles y que premia ahora la labor en favor de los más débiles de figuras como la escritora y premio Nobel sudafricana Nadine Gordimer; los médicos e investigadores contra la malaria Pedro Alonso y Clara Sánchez, premio Príncipe de Asturias de Cooperacion 2008; el escritor y filántropo francés Dominique Lapierre; el Nobel de la Paz, banquero de los pobres y creador de los microcréditos Muhammad Save The Children. "Las grandes quiebras financieras ocupan cada día las portadas en los medios de comunicación, mientras que ante la muerte de millones de niños hay resignación mediática" dice.


Pedro Alonso busca la parte positiva de unas cifras dramáticas.

Critica que se insista machaconamente en los millones de niños que mueren cada año sin destacar como "en los últimos tiempos se ha logrado reducir la mortalidad infantil en más de tres millones anuales". "Quizá obtengamos mejores resultados destacando los éxitos que denunciando sólo los problemas" propone Alonso. Reclama también más "estímulos financieros" que permitan desarrollar "vacunas específicas para cada zona del mundo" ya que "el neumococo que causa la neumonía es distinto en África que en Europa" A juicio de Alonso "solo si rompemos el círculo vicioso de enfermedad y pobreza ganaremos la batalla del desarrollo".


La educación es la herramienta decisiva para romper ese círculo a juicio de Dominique Lapierre, que financia sus acciones con sus derechos de autor y que se muestra muy crítico con las donaciones gubernamentales directas "de medios como hospitales y ambulancias que luego no se dotan de personal".


Para Nadine Gordimer el esfuerzo educativo debe atajar una violencia "infantil y juvenil que solo genera más violencia". "¿Qué pasa en un país como el mío que ha superado el apartheid y se ha dotado de una maravillosa Constitución, entre las mejores del mundo, pero en el que los chicos se matan en las escuelas?" se pregunta al escritora y premio Nobel de Literatura.


Alimentos y catástrofes


El informe constata como el incremento del precio de los alimentos y la crisis económica no hace más que aumentar las desigualdades. Otros cien millones de personas engrosarán la bolsa de la pobreza extrema, 1.000 millones de seres humanos padecerán hambre, y 2.000 sufrirán desnutrición en los próximos años.

 

Recuerda como el precio del maíz creció un 80% entre 2005 y 2007 y el del arroz, alimento básico para miles de millones de personas, creció un 25%. Solo en países como Bangladesh este incremento dejará desnutridos a 900.000 niños.


Si el precio de los alimentos aumenta y consume hasta el 80% de los magros recursos de las familias pobres "poco podrá dedicarse a otros elementos básicos como la educación o la atención sanitaria

infantil". "La crisis está empujando a las familias de los países más pobres a alimentos de baja calidad y seguridad que pueden provocar gran deterioro de su salud" señala el informe.


Enciende todas las alarmas al señalar que la crisis económica que sacude a los países desarrollados "tendrá efectos devastadores sobre la situación de la infancia en los países en desarrollo". Se reducirán tanto las aportaciones a ONGs de donantes particulares, gobiernos, empresas y entidades bancarias, unas ayudas "que se podrían reducir e incluso suprimir".


A esta desoladora situación se suma el incremento de desastres naturales que se han multiplicado por cuatro en relación con los años setenta. Unas catástrofes que tienen incidencia directa en el aumento de enfermedades como la malaria la diarrea o la desnutrición y que se ceban con 46 países en situación de alto riesgo por las consecuencias del cambio climático.

Vidas salvadas con unos céntimos.


Unos céntimos de euro son suficientes muchas veces para salvar una vida. Save the Children recalca en su informe como intervenciones de bajo coste que podrían darse en muchos rincones del mundo reducirían la mortalidad de los recién nacidos hasta un 70%.


Acciones tan sencillas como el "método de la madre canguro", que consiste en colocar al recién nacido con bajo peso en contacto con la piel materna, manteniendo así su calor. Esta acción simple puede dar la vida a los críos en los primeros y críticos días.


La vacuna contra el tétanos, que causa la muerte de 215.000 recién nacidos y 30.000 madres, tiene un coste de 40 céntimos de euro. La del sarampión cuesta apenas 15 céntimos y las sales de rehidratación oral para combatir los efectos de la diarrea cuestan sólo 50 céntimos. Los antibióticos para tratar la neumonía no pasa de 30 céntimos.


María Jesús Mohedano insiste, con todo, en que "la educación de niñas y mujeres, con un impacto directo en la atención y bienestar de sus hijos, es decisiva y permitiría evitar muchas más muertes".