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Un Cuerpo que está de calendario

Por tercer año, los bomberos de Zaragoza protagonizan un almanaque. La mitad de la recaudación será para Aspanoa

El bombero Alejandro Loire conduce una moto acuática en el posado que le tocó realizar ayer en el Ebro para el calendario de 2010.
Un Cuerpo que está de calendario
OLIVER DUCH

Como lo suyo es ser bomberos, este año posan para el calendario de 2010 haciendo lo que mejor saben: luchar contra las adversidades y salvar vidas. Juan Luis Iraberri abrió la tanda de posados el miércoles en los pinares de Castejón de Valdejasa, donde simuló que acababa de apagar un incendio; Juan Carlos Garrido rescató ayer a una mujer que se ahogaba en el río; Diego Ostáriz salvó a un bebé de una nave que se derrumbaba, y Alejandro Loire recorrió el Ebro sobre la moto acuática para acudir a una llamada de auxilio. Todos con un denominador común: "Enseñar carne y abdominales", como dice el diseñador de las sesiones, Miguel Chueca. Son cuatro de las escenas que en tan solo un mes tendrán en sus manos miles de aragoneses, los que se animen a comprar el calendario que por tercer año impulsa la Asociación Cultural y Deportiva Bomberos de Zaragoza. "Esta vez destinaremos la mitad de la recaudación a Aspanoa, a un pabellón que van a construir en Almudévar dentro de una residencia para niños con cáncer y que cuesta 100.000 euros", explicó otro de los bomberos, José Ángel Casamayor, que coordina toda esta tarea. "La otra mitad de la recaudación se destinará a varias citas deportivas, como el Campeonato del Mundo en Valencia. Y reservaremos algo para las Olimpiadas de Bomberos de 2011 en Nueva York", dijo Casamayor.

 

Para 2010 apenas repiten dos bomberos, Roberto Añón y Rubén Gómez. Otros debutan y lo hacen por un buen motivo. "Me animé por colaborar con una causa que merece la pena", aseguró ayer Juan Luis, que posó junto a dos compañeros en los pinares quemados hace dos años en Castejón. "Me ha gustado la experiencia pero nunca dejaría de ser bombero por ser modelo", reconocía entre risas.

 

Juan Carlos también se estrenó, aunque hace un año puso su grano de arena vendiendo los calendarios. Porque a principios de diciembre, cuando Izquierdo & Chueca Diseño Gráfico acabe su tarea y entregue los primeros 20.000 ejemplares (se esperan vender 30.000), un buen puñado de bomberos dedicará su tiempo libre a vender el almanaque en la calle al precio de cinco euros. Solo entonces se sabrá quién ocupará cada mes. Alejandro, que ayer pasó una vergüenza atroz ante los medios posando con su torso desnudo sobre la moto, prefiere septiembre. "Porque son las fiestas de mi pueblo (Luesia)".