NUEVOS LENGUAJES

Twitear, chatear o conversar...

Los avances tecnológicos han hecho que aumente el ritmo con el que surgen palabras nuevas o con usos diferentes. Googlear, escanear, subir o cortar son neologismos no siempre aceptados por las academias.

Twitear, chatear o conversar...
Twitear, chatear o conversar...
G.A.V

Cualquiera puede escanear una foto para subirla a su perfil o desesperarse cuando su ordenador se queda colgado y ni el menú ni ningún link funcionan. Una historia común, y una manera extraña de agrupar palabras que antes eran imposibles de juntar.

 

Googlear, chatear o pegar son más ejemplos de verbos creados o que han multiplicado sus significados para adaptarse a las nuevas aplicaciones tecnológicas. Para cortar ya no son imprescindibles las tijeras y se puede navegar sin necesidad de un barco. Desde siempre, los inventos han propiciado la reinvención de muchos verbos y sustantivos, algunos aceptados y otros repudiados por los académicos. En estos últimos años, parece que la factoría de neologismos se ha acelerado.

 

"La sociedad está en expansión constante e históricamente el mundo hispánico no es puntero en avances técnicos. Nos vienen los inventos y por tanto también las palabras", asegura José María Enguita, filólogo y catedrático de la Universidad de Zaragoza.

 

"¿Quién no se extraña al leer la palabra Web?", comenta, y explica que eso pasa porque en nuestra lengua no es común encontrar sustantivos terminados en 'b'. Según él, la globalización es otro factor que hace surgir este tipo de palabras, en su mayoría fonéticamente distintas de lo que es normal en el idioma español.

 

Federico Romero trabaja en la Fundéu BBVA, una institución cuyo objetivo es promover el buen uso del idioma español. "A diario trato con muchos de estos casos", dice. Y en el mundo académico no todos esos cambios son vistos con buenos ojos. El verbo 'twitear' (tuitear) comienza a aparecer en los medios (escritos y digitales) y para Romero este tipo de términos son los que más problemas plantean: "Son nombres propios que han sido modificados a la brava".

 

De todas formas, él y Enguita coinciden en que cualquiera de estos neologismos -hasta 'skypear'- podrían ser aceptados por los académicos. Todo depende de su uso, si se va extendiendo y si se mantiene en el tiempo.

 

"La Real Academia Española va detrás de las personas, incorpora lo que todos decidimos, y las palabras que permanecen son las que se refieren a cosas cercanas", explica Enguita. "No es nada nuevo, es lo mismo que pasó con la aspirina, era una marca que muchos convirtieron en un sustantivo", dice Romero. Si eso es cierto, pronto Google podría tener su propio verbo.

Cambios o invenciones

José María Enguita reconoce que en algunos exámenes no sabe a qué se refieren sus alumnos, aunque para él eso es un viejo problema y no cree que los neologismos sean dañinos para el español, que a pesar de tener 300.000.000 de hablantes conserva un buen grado de unidad.

 

Pero el debate sobre incorporar o no términos es muy antiguo entre los lingüistas, la tecnología solo lo ha amplificado. "Están los puristas y los turistas", cuenta Enguita. Los primeros no aceptan los nuevos significados ni los verbos adaptados. Los turistas, dice él, son los que abogan por un entendimiento entre lenguas y por tanto son más abiertos a las novedades.

 

En esa clasificación, Romero cree que la RAE estaría en una posición intermedia. Términos nuevos como 'escanear', 'jaquear' o 'link' son aceptados, que no aconsejados. A otros se les han agregado acepciones con los nuevos usos que tienen. 'Menú', por ejemplo, ya no es solo la carta del restaurante. Tiene una definición más: "Colección de opciones que aparece en la pantalla de un ordenador". Lo mismo con 'ratón', 'colgar', 'subir', 'navegar' y con 'pegar'. Incluso 'clic' está aceptado. Cliquear no.

 

Romero hasta ha encontrado casos en los que la tecnología ha devuelto el significado original a una palabra: "Comentar es declarar por escrito o emitir un juicio, pero muchos medios lo confunden con decir. No es lo mismo. Los de la red sí son comentarios".