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"He trabajado desde los 17 años, pero he tenido que volver a casa de mis padres"

Raúl Carrillo, en paro desde hace un año.
"He trabajado desde los 17 años, pero he tenido que volver a casa de mis padres"
OLIVER DUCH

En diciembre de 2008, Raúl Carrillo tenía tres trabajos: en una empresa de metal que hacía piezas para trenes, de vigilante y de camarero (en negro) los fines de semana. En enero de 2009 se fue al paro y desde entonces no ha encontrado ningún empleo. El mes que viene se le acaba la prestación por desempleo y desde el verano vive otra vez con sus padres. "He tenido que volver a casa de mis padres porque no me llegaba el dinero, al menos hasta que me salga algún trabajillo, lo que sea", afirma.

 

Raúl, zaragozano de 32 años, no terminó los estudios y comenzó a trabajar muy joven. "A los 17 años empecé de ayudante de camarero en el hotel El Cisne. Después, he ido empalmando un empleo tras otro sin problemas. Nunca me había faltado trabajo, hasta 2008, cuando empezó la crisis", cuenta. En sus 15 años de vida laboral ha sido camarero, peón, soldador, trabajador de una fundición, montador de muebles, rotulista? En junio de 2008 se quedó en paro. En diciembre de ese año encontró un trabajo para un mes. Y hasta hoy.

 

"Ahora lo veo negrísimo. Llevo echados más de 200 currículums, por Internet y en mano, pero no me llaman de ningún sitio. Solo he hecho una entrevista: para una empresa de limpieza, pero no me cogieron. También mando currículums fuera de Zaragoza, estoy dispuesto a trabajar en lo que haga falta", comenta. De 2003 a 2008, Raúl trabajó de camarero los fines de semana en bares de la zona heavy de Zaragoza. "Pero ahora no sale nada, ni de camarero. La gente sale menos y los bares también notan la crisis", apunta.

 

Raúl dejó colgados los estudios (no terminó la EGB y después hizo dos años de FP de Automoción -que tampoco finalizó) y ahora se arrepiente un poco. "Siempre he sido muy autodidacta. Me gusta mucho la historia, tengo más de 400 libros en casa", apunta. Ha preguntado en varias academias para sacarse el graduado escolar, "pero en los centros públicos me exigen estar tres años y en los sitios privados me piden mucho dinero", señala.

 

"Creo que para encontrar trabajo es más importante la experiencia que un título", subraya. "Aunque ahora te piden todo: que seas joven, que tengas estudios, experiencia y que estés dispuesto a trabajar todas las horas. Y encima hay otros 300 optando al mismo puesto", cuenta.

 

Raúl vive con sus padres en el barrio del Arrabal y dedica parte del día a buscar trabajo. "Todos los días miro en Internet, estoy dado de alta en varios portales, y leo los anuncios del Heraldo. No tengo grandes gastos, solo la moto, un crédito y alguna cerveza que me tomo con los amigos", afirma. Cobra unos 700 euros de la prestación por desempleo, pero ya se le termina. "Si no encuentro trabajo, el mes que viene tendré que vender la moto. Y sin vehículo lo tendré difícil para ir a trabajar, porque casi todas las empresas están en polígonos fuera de Zaragoza", se lamenta.

 

Raúl es optimista y confía en que le salga algo pronto. Estos días está pendiente de una oferta para una fundición. Él tiene mucha experiencia en el sector del metal. Quiere ganar su dinero y volver a independizarse. "Es duro volver a casa de los padres con mi edad, que te pongan normas y límites. Con ellos estoy muy bien, pero están prejubilados y también querrán descansar", afirma.