​Internet tiene alma de supermercado

Empresas tradicionales y nuevas compañías multiplican las posibilidades de hacer la compra 'online'.

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La pasada semana, Amazon posó los ingentes cimientos de su maquinaria en tierra firme. El gran librero de internet lo hizo concentrando miles y miles de títulos que comercializa por internet en las estanterías de una nueva librería situada en Seattle, que operará bajo su nombre junto a las tiendas de competidores como Apple y Microsoft, entre otros. Se trata de un pequeño y colorido lunar en la hoja de ruta del gigante digital, que se ha propuesto cambiar los hábitos de compra de millones y millones de persona a golpe de clic.


Tras consolidarse como zoco 'online' de referencia para libros y electrónica, ahora la empresa de Jeff Bezos ha puesto en su punto de mira a las tradicionales superficies de alimentación. Desde finales de septiembre, en su camino para convertirse en un ultramarino global, Amazon Fresh irrumpió en España. La compañía puso en marcha, como ya hicieron anteriormente cadenas como Carrefour, Mercadona o El Corte Inglés, un canal donde encargar en apenas 24 horas productos de alimentación, del hogar o limpieza.


Un nicho más que apetecible puesto que Nielsen calcula que las ventas online de productos relacionados con la alimentación ascienden en 2018 a los 765 millones de euros cada año, multiplicando por cinco lo recaudado en 2014 por esta vía.


La de la multinacional estadounidense no es la única alternativa al supermercado de toda la vida nacida en Internet. Así, desde hace unos meses en nuestro país opera Ulabox, una empresa sin tiendas físicas y que envía todo desde un almacén. El reto al que se enfrentan ambas compañías es el de comercializar productos frescos. Ulabox, por ejemplo, ha comenzado a probar suerte con algunos pescados, carnes y congelados pero estos envíos están limitados aún al área de Barcelona.


En medio de este vacío ha surgido Comprea, una start-up de origen valenciano que ha reclutado un grupo de 'shoppers profesionales' que compran los productos que los usuarios encargan desde la aplicación de móvil para recibirla a la hora indicada en la oficina y en casa.


Recientemente han lanzado su servicio en Madrid y por el momento ofrecen la posibilidad de realizar encargos con productos del Mercado Central de Valencia y Mercadona, a la espera de incorporar otras grandes superficies. Una de sus principales ventajas, explican sus creadores, radica en el criterio de sus 'shoppers' al escoger fruta o verdura, valorando el estado del género, algo imposible a través de una web.


Por otra lado, la llegada de Amazon Fresh a España ha hecho que muchos esperen que aparezcan servicios y gadgets relacionados. Uno de ellos es Amazon Dash, un botón que ya comercializa en Estados Unidos y que permite encargar y comprar productos sin necesidad de conectarse a la web ni a la aplicación.Próximos avances

Uno de los avances que esperan en el sector es el de los drones de reparto, que podrían resolver perfectamente la ecuación de los alimentos frescos. Hace tiempo que estos aparatos abandonaron su exclusividad con la guerra y las tares militares para las que fueron creadas y se han expandido a tareas como la vigilancia o la producción audiovisual. En el caso de Amazon, su proyecto Prime espera poder acortar los tiempos de entrega de paquetes hasta los 30 minutos.


A la espera de conocer la fecha de puesta en funcionamiento de este servicio, Alphabet -la nueva megacorporación que engloba a Google- ha anunciado que está en negociaciones con las autoridades estadounidenses para en 2017 poner en marcha su ejercito de drones repartidores. De momento, la FAA -la encargada de regular los vuelos en EE UU- pondrá en marcha un registro para estas máquinas este mismo año, lo que es el primer paso para este futuro de cuadricópteros que pueden llevar cajas de un lado para otro a cientos de metros.


Sin embargo, los cofundadores de Skype también han hecho su propuesta para reducir al mínimo ese paseo desde el supermercado que puede convertirse en un infierno si uno va con los brazos repleto de bolsas. Ahti Heinla y Janus Friis, creadores de la plataformaa de mensajería y videollamadas, han invertido un buen pellizco en el que podría convertirse en el carrito de la compra del mañana. Se trata de un robot autónomo que entrega paquetes de forma automática por solo una libra.


Starship, el nombre de esta máquina con aspecto de impresora, puede de momento alcanzar hasta los seis kilómetros por hora y está pensando para repartos locales, como puede ser las compras de los vecinos del barrio. Los clientes pueden seguir el recorrido en tiempo real desde su smartphone y la carga está bloqueada hasta llegar a su destino. Incluye cámara, GPS, sensores así como una base de datos con mapas. Sin embargo Starship, que se empezará a probar en 2016 en Reino Unido, también puede ser controlado remotamente por un operador humano.

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