Mario Bross, Kirby o Pokemon están a punto de pasar de pantalla y jugarse sus vidas en el papel, pero no depende sólo de la pericia del que empuñe la videoconsola GameBoy, sino de esos mecenas que quieran apoyar el homenaje en forma de cómic que el dibujante Juan Carlos Bonache le quiere hacer a esta maquinita.

'GameboyLands', así se llama la "declaración de amor en forma de cómic" que éste historietista barcelonés (1978) se ha propuesto sacar adelante de la mano de la plataforma de micromecenazgo Verkami, donde ya lleva conseguidos alrededor de 8.000 euros, de los 10.000 que necesita para publicar un cómic "sin mediadores" y convertirse en un Juan Palomo de la viñeta.

"Con la financiación del micromecenazgo quiero ofrecer algo más porque pienso que es importante que los autores tengamos una relación más estrecha con el público que nos compra las obras. Por eso quería lanzarme y sacarlo por mi mismo, para controlar todo ese proceso, imprenta, distribución, compradores o poder entablar relaciones con las librerías", cuenta Bonache.

En su primer contacto con el micromecenazgo, Bonache se ha enfrentado a una asombrosa acogida que le ha hecho superar el primer objetivo de hacer 70 páginas (con una cantidad de 4.500 euros), y ahora la carrera tiene una nueva meta: conseguir los ya citados 10.000 euros para que 'GameboyLands' tenga 90 páginas y más "recompensas" para los mecenas (los compradores de Verkami).

Un éxito que se podría achacar a la acogida que algunas de estas viñetas tuvieron en sus redes sociales (donde las ha compartido desde enero), y a la calidad de las historias de humor basadas en los juegos clásicos de la Gameboy porque aquí Súper Mario, las Tortugas Ninja o el mismísimo Tetris se ven desde una perspectiva "divertida y salvaje" que roza el humor negro.

Y, como recuerda, se tratan también de personajes que el próximo 28 de septiembre celebrarán el 25 aniversario de su llegada a Europa de la mano de Nintendo, la empresa fabricante de Gameboy.

Pero, ¿por qué un cómic sobre estos míticos juegos? Porque, como confiesa, era un "freak" de este "referente dentro del mundo de los videojuegos": "Todos los niños de aquella época tuvimos una. Se le tiene mucho cariño por esa forma tocha, ese tacto, y trae cierta nostalgia. Y, como era portátil, tus padres no veían a lo que estabas jugando, era algo más íntimo".

En este sentido, Bonache afirma también que más que un "nostálgico" de esta consola es un "enamorado". Un amante que ha pensado hasta el último detalle para que su proyecto "tenga unidad": "Las páginas son todas con tonos verdosos, como los de las pantallas antiguas, porque le da una entidad al cómic, por eso la carátula y la contraportada tienen también forma de Gameboy".

Una vez que se consiga superar la cifra, hecho que se verá el próximo 9 de octubre cuando se cierra el micromecenazgo, Bonache se "dará" 60 días para el cómic entre a imprenta y se distribuya por las casas de sus compradores.

Y su idea es tirar 600 ejemplares, no sólo para satisfacer los deseos de sus mecenas (que podrán superar los 400), sino también para poder seguir dando a conocer su obra por convenciones comiqueras.

Mientras que ve cómo 'GameboyLands' se hace realidad, incluso supera sus expectativas, éste autor con una trayectoria de 10 años y de títulos como " ¡Socorro! Somos padres primerizos!" (Panini Cómics), tiene que "combinar" su profesión con otro trabajo de recepcionista en un edificio público de Barcelona.

Aún así, no ha dudado ni un momento en lanzarse a utilizar estas plataformas de micromecenazgo, al igual que lo han hecho otros compañeros, para sacar una obra "sin censuras", como concluye.