Los relojes inteligentes de Google al desnudo

Son la primera generación de una nueva raza de ‘gadgets’ y todavía les queda por demostrar si, por 250 euros, son realmente útiles o solo sirven para presumir de muñeca 2.0.

Los relojes inteligentes de Google al desnudo
Los relojes inteligentes de Google al desnudo

Android Wear está a punto de cumplir su primer año. Todavía queda mucho por pulir, pero vamos a hacer un repaso de lo que ofrece un ‘smartwatch’ de Google.


Su principal función es la de ser una ventana al teléfono, de hecho uno de sus principales defectos es que son totalmente dependientes del móvil, ya que su conexión a internet depende de este.


Cada vez que llega un nuevo ‘whatsapp’ el reloj vibra y el usuario puede leer el mensaje (solo texto), incluso toda la conversación, sin necesidad de sacar el móvil del bolsillo. También se puede responder utilizando la voz - arriesgándose a que te miren raro por hablarle a tu reloj, algo a lo que no terminas de acostumbrarte- o a través de mensajes predeterminados. La precisión del reconocimiento de voz es bastante buena en el 70% de los casos, aunque no son pocas las veces que el reloj se inventa palabras o aparece el molesto mensaje: "No te he entendido".


Con cada llamada se muestra foto y nombre del interlocutor y permite aceptarla o rechazarla con un mensaje del estilo "estoy ocupado, ahora te llamo". El reloj carece de altavoces por lo que para hablar es imprescindible el teléfono, aunque se puede activar el manos libres con un gesto.


El ‘smartwatch’ también vibra cada vez que se aproxima una cita apuntada en la agenda y permite añadir nuevos recordatorios con solo decir algo como "recuérdame a las tres que tengo una reunión" o establecer la hora de una futura alarma también con la voz.


Existen otras funciones que no están tan perfeccionadas. Aunque los relojes inteligentes miden los pasos dados, distancia y calorías a través de Google Fit, las pulseras cuantificadoras son mucho más precisas y completas a la hora de medir la actividad diaria. Además, el pulsómetro que llevan integrado falla muy a menudo, lo que lo convierte en un complemento totalmente inútil.


A pesar de que son capaces de responder a preguntas sencillas como "Ok Google, ¿cuántos años tiene Obama?", esta función en el día a día no pasa de la mera anécdota. Por otro lado, aunque pueden almacenar música y reproducirla por ‘bluetooth’ esta función no está bien implementada.


Pero el mayor handicap de los relojes inteligentes es sin duda que su batería apenas dura un día. Además, a pesar de que son muy personalizables a través de diferentes diseños y aplicaciones, estos pueden hacer que la energía les dure todavía menos.Los dos mejores relojes inteligentes de Google frente a frente

Tras probarlos durante varias semanas, realizamos una comparativa del Moto 360 y el LG G Watch R con lo mejor y lo peor de cada dispositivo.Moto 360 | El deseado

Lo bueno

Diseño. Con un ‘look’ futurista de metal y cristal y unas líneas sencillas pero cuidadas, el Moto 360 es probablemente el ‘smartwatch’ más atractivo del mercado.


Pantalla. Su gran pantalla redondeada se ve muy bien y tiene una respuesta táctil adecuada. La franja inferior con el sensor de iluminación apenas molesta.


Carga inalámbrica. Se carga con solo dejarlo reposar sobre un cargador Qi.


Lo malo

Batería. Los primeros días es desesperante, ya que el uso es mayor y difícilmente llegará al final del día con vida. Con un uso más moderado aguanta la jornada completa.


Micrófono. El reconocimiento de voz falla más que en el modelo de LG, sobre todo el comando Ok Google.LG watch R | El clásico

Lo bueno

Estilo clásico. Aquellos que busquen un ‘smartwatch’ que realmente parezca un reloj, éste es su modelo.


Batería. Al contrario de lo que ocurre con el Moto 360, el LG Watch R aguanta sin problemas un día completo de uso intensivo y, si no lo usamos mucho, incluso dos.


Reconocimiento de voz.

Reconoce el comando para activar el micro –Ok Google– y las órdenes que le da el usuario a la primera y prácticamente sin errores.


Lo malo

Pantalla más pequeña. La diferencia es solo de 1,3 pulgadas a 1,5, pero se nota. El Moto 360 es todo pantalla, sin bordes y su respuesta a los gestos es mejor.


Sin carga inalámbrica. El adaptador de LG se vuelve imprescindible para cargarlo.